Vistas de página en total

miércoles, 12 de agosto de 2015

GILIPOLLECES DE MODA: EL RETORNO

De la creadora de Gilipolleces de moda I y la directora de Gilipolleces de moda II, llega a vuestras pantallas y pantallitas Gilipolleces de moda: el retorno.

Las revistas de moda hay que leerlas con la mente abierta. Echas un vistazo y piensas “Mira, me gusta este vestido”, y ellas se encargan de corregirte y decirte que eso que te gusta no es un vestido; es un tea dress, o shirt dress, pareo dress, cut out dress, dress midi, long dress, party dress, soft dress, knit dress, denim dress, happy dress, wrap dress, spaguetti dress, must dress, coat dress, minidress, maxidress, boho dress, pleated dress o un pep hem dress. Y sí, todo esto leído en revistas de España.

En cualquier egoblog de moda, bajo un título tipo August inspiration te enteras de que el marsala es un must esta temporada y te preguntan si el outfit de camisa con estampado gingham y denim shorts sería apropiado para ir a Coachella.

Gilipó.

Y voy

A. Army. A mí es que lo de vestirme de guerrillera o con uniforme militar no me va. Aunque al uniforme del cole no le hacía ascos. Y el camuflaje como concepto no lo descarto

B. British. Una gabardina. Un pantalón de cuadritos. Chanclas con calcetines. Pero si te calzas una capita de pata de gallo, falda de cuadros con imperdible XXL, botas de agua, bombín, paraguas con empuñadura de cabeza de perro y unas bragas con la cara de la reina de Inglaterra, anda y que te digan que no

C. Classy. Esto quiere decir que si vas vestida de esquinera, pero te cuelgas un bolso de piel de Loewe, le das un giro classy a tu look. Seguirás pareciendo una esquinera, pero estarás homologada por la Federación Mundial de Gilipolleces de Moda

D. Do´s y don´ts. Lo que sí me pondría y lo que ni jarta de grifa. Los don´ts de ayer pueden ser los do´s de hoy, y los dont´s de hoy también pueden ser los do´s de hoy. No hay quien nos entienda y lo sabéis

E. Effortless. Lo de “está mona con cualquier cosa”, pero en gili. Te levantas por la mañana y no tienes ganas de pensar en el modelito. Te plantas lo primero que pillas. Cualquier otra daría pena, pero a ti te queda bien. Lo contrario de las egobloggers. Egoblog también empieza por E

F. Furry y funny. Peludo y divertido. Furry puede ser un bolso, un abrigo o unas zapatillas con forma de zarpa de yeti. Lo furry a veces es funny. Un bolso con forma de sandía es funny. También puede ser furry. Entonces sería una sandía peluda y daría repelús. El happy clothing y eso

G. Me la salto porque me aburre. Ahora, si vosotras decís cosas como “He pasado del estilo goth al girly”, o “Ese bolso gold no casa para nada con tu rollo geek”, entonces… entonces me aburre todavía más

H. Hipster. El otro día oí decir a mi sobrina de nueve años que su hermano era un hipster. Hombre, aún le quedan unos cuantos años para que empiece a crecerle la barba, y con pajarita soy incapaz de visualizarlo. ¿Será por el ukelele? No. Esta niña sabe algo que a mí se me escapa

I. Instagrammers. Las egobloggers están siendo desbancadas por las instagrammers. Pero no sufráis por ellas; son todas las mismas. Mucho gato, mucho mueble blanco, mucha flor, mucho smoothie y mucha pose. O algo así. Yo qué sé, no tengo instagram. Y filtros, los justitos

J. Joya. Un bolso o un vestido con pedrería o brillos en general son bolso o vestido joya. Como el marido de una amiga mía, que también es una joya. Un concepto parecido es deluxe. Puedes convertir la camiseta que compraste en el mercadillo por 1,50 en una camiseta deluxe cosiéndole unas cadenitas. Tu chándal tornasolado es deluxe. La gorra agujereada de Recambios Martínez puede ser deluxe si le plantas unas lentejuelitas. Es caca, pero caca de luxe

L. Look. Cualquiera puede tener un look. Tener uno que no pase desapercibido ya es otra cosa. Hay quien lleva con el mismo look toda su vida; eso puede no ser malo o ser un atentado contra la estética. En cualquier caso es aburrido. ¿Por qué esperar a que te deje el novio? Cambiemos, quitémonos la barba, tiñámonos el pelo de fucsia, usemos skinny jeans. Total, ya estamos locos

M. Mensajes. Si no tienes una camiseta con mensaje…, corre a por una, pringado. Si buscas algo que lleve las palabras Summer, Love o Dream, lo tienes chupao. El otro día me crucé con una moza que llevaba escrito en la pechera I´m too sexy for my ex.  Me dieron ganas de darle unas palmaditas en la espalda y el pésame por su abuela, pero me contuve a tiempo. Luego está la que lleva camiseta, pantalón, gorra y bolso con mensaje. Eso sólo está permitido si eres muda

N. Normcore. El normcore es un estilo que se caracteriza por ir normal. ¿Y qué es normal? Pues cómoda, sin pretender ir a la moda. O sea, tú te pones unos vaqueros viejos y una camiseta de la concejalía de deportes de Alcorcón y eres normcorer. ¿Tu padre viste así? Pues que sepa que es normcorer. Bueno, en realidad no. Porque para ser normcorer necesitas una intención; es como una reacción, un hartazgo a que a todas horas y en todas partes te metan la moda por el ojo. Te cagas en todos los muertos de Karl Lagerfeld y hasta en los de Amancio Ortega, en los hipsters, en los posturetas, en las paulas echevarrías. Puedes ser normcorer sin saberlo, sabiéndolo o pretendiéndolo. Vaya, en el tiempo que he tardado en escribir esto, el normcore ha pasado de moda

P. Plátanos. Piñas. Polos. Perritos calientes. Y hamburguesas y sandías. Esos estampados y otros peores están everywhere. En mi época la única fruta que lo petaba era Naranjito. Yo tengo una camiseta con un plátano, pero me la compré por Harry Styles. Esto… parece que el tiempo va a cambiar, ¿no?

R. Rollo. Sí, ya sé que a muchos esto os parecerá un rollo, pero no va por ahí. Va de que hay que tener un rollo al vestir. O rollito. Rollo trash. Rollo retro. Rollo lady. Rollo hipster. Rollo bohemio. ¿No tienes rollo? Pues a mis brazos

S. Sporty. Si quieres darle a tu estilo un rollo sporty, qué bien me ha quedado, puedes ponerte una camiseta de los Yankees de Nueva York. De dónde la saques ya es tu problema. Porque del Madrid no sirve. Ni siquiera del Albacete. O puedes ponerte unas deportivas con un vestido de fiesta. E ir hecha un cuadro. Porque, admitámoslo, no eres Alexa Chung. Subiendo un escalón más tienes el sporty chic. Y de la familia de los chic también tenemos el boho chic, el easy chic, el effortless chic o el casual chic. Mirad, es la 1, mañana me levanto a las 6 y me caigo encima del ordenador, echadle un poco de imaginación

T. T-shirt. Vivimos en la era de la camiseta. Antes éramos más de vestido hasta edad talluda. Sí, tenías tu camiseta de Sport Billy o de Orzowei, algún niqui…Todo bien ajustadito, por cierto; la holgura no llegó hasta los 90. Ahora es todo t-shirts; de palm print, marineras, florales, tye dye o tank top. Y geográficas. California. Miami. New York City. Pero no en plan Mi abuela fue a California y se acordó de mí; eso sería imposible porque poner mensajes en español en las camisetas está penado con la muerte

W. Wishlist. Hay listas de deseos modestas, ambiciosas, conformistas, caprichosas, imposibles, pretenciosas, absurdas y realistas. ¿Se cumplen? Pues como todos los deseos. Pero una cosa he aprendido: es mejor soñar a lo grande, que ya habrá tiempo de hacer rebajas