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jueves, 30 de marzo de 2017

SE BUSCA MES DE ABRIL



Busco mes de abril. Con sus treinta días y ninguno malo. Con vistas al mar por delante, y a Santalla de Abaixo por detrás. En el que las preocupaciones que llegaron en marzo se queden sólo el tiempo justo para recordarnos la necesidad de decir “te quiero” y “gracias”. Un mes de abril en el que se cumplan los deseos soplados a los dientes de león. En el que todas las procesiones vayan por fuera, y el primer perdón sea para nosotros mismos. En el que no haya ningún demasiado poco y demasiado tarde.

Busco un abril en el que “sí” signifique “sí”. En el que no nos guardemos lo bueno que hay en nosotros. En el que no nos equivoquemos de persona. Y que llueva mucho. De esa lluvia que limpia y que despierta. Despierta


jueves, 9 de marzo de 2017

A DIOS ROGANDO



No sé en qué momento de mi vida me he convertido en lectora oficial en celebraciones familiares, comidas de Navidad y días internacionales, pero, sorprendentemente, parece que así ha sido. Yo, la que siempre intenta pasar desapercibida. Pues venga, dos tazas

Este sábado toma la primera Comunión una niña a la que quiero mucho. Pequeña locuela de voz cantarina y corazón de oro. Compañera ocasional de habitación y karaoke. Ocurrente y espontánea. Cariñosa y agradecida. Como le dije una vez, ¿quién no te va a querer a ti?

Y me toca leer las peticiones. Están bien. Bien para un niño con pocas luces y nivel “cansino de facebook”. Yo preferiría leer algo así:

-    Por ti, I., para que Dios siempre te lleve de su mano. Que Él nunca se separe de ti ni tú de Él. Para que, cuando dejes atrás la infancia, nunca pierdas las cosas que te hacen tan especial: tus ganas de ser feliz, las ganas de cantar y el amor al kétchup. Espero que el acento latinoamericano ya lo hayas dejado por el camino

-     Por tu familia. Para que siempre sepas valorar lo que te quieren y todo lo que hacen por ti. Que nunca el móvil, la tele o el ordenador prevalezcan sobre esos momentos que puedes pasar con papá, o sobre un rato de charla con tu hermana. Que tú y ella seáis siempre las mejores amigas, y juntas colaboréis a que la vuestra sea una familia fuerte, alegre y unida

-      Por los niños que sufren. Por los olvidados. Por todos los niños del mundo, para que nada les haga perder su inocencia, y puedan crecer sanos, felices y rodeados del amor de una familia

-    Por todos los que estamos hoy aquí. Algunos hemos recorrido cientos de kilómetros, y los que nos quedan, sólo por ti. Y eres la mejor razón. Que Dios nos ayude a ser ejemplo de vida cristiana. Que Él nos ayude a cuidar unos de otros, a comprendernos, a querernos sin juzgarnos. Que la sonrisa de uno sea la sonrisa de todos. Y hoy es la tuya la que queremos ver

Algo así leería yo. Pero no puede ser; tenemos que ser típicos. Y de ahí no salimos. Me gustaría boicotear las peticiones. Tranquilo, padre de la criatura, no lo voy a hacer

Casi seguro