No
sé en qué momento de mi vida me he convertido en lectora oficial en
celebraciones familiares, comidas de Navidad y días internacionales, pero,
sorprendentemente, parece que así ha sido. Yo, la que siempre intenta pasar
desapercibida. Pues venga, dos tazas
Este
sábado toma la primera Comunión una niña a la que quiero mucho. Pequeña locuela
de voz cantarina y corazón de oro. Compañera ocasional de habitación y karaoke.
Ocurrente y espontánea. Cariñosa y agradecida. Como le dije una vez, ¿quién no
te va a querer a ti?
Y
me toca leer las peticiones. Están bien. Bien para un niño con pocas luces y
nivel “cansino de facebook”. Yo preferiría leer algo así:
- Por
ti, I., para que Dios siempre te lleve de su mano. Que Él nunca se separe de ti
ni tú de Él. Para que, cuando dejes atrás la infancia, nunca pierdas las cosas
que te hacen tan especial: tus ganas de ser feliz, las ganas de cantar y el
amor al kétchup. Espero que el acento latinoamericano ya lo hayas dejado por el
camino
- Por
tu familia. Para que siempre sepas valorar lo que te quieren y todo lo que
hacen por ti. Que nunca el móvil, la tele o el ordenador prevalezcan sobre esos
momentos que puedes pasar con papá, o sobre un rato de charla con tu hermana.
Que tú y ella seáis siempre las mejores amigas, y juntas colaboréis a que la
vuestra sea una familia fuerte, alegre y unida
- Por
los niños que sufren. Por los olvidados. Por todos los niños del mundo, para
que nada les haga perder su inocencia, y puedan crecer sanos, felices y
rodeados del amor de una familia
- Por
todos los que estamos hoy aquí. Algunos hemos recorrido cientos de kilómetros,
y los que nos quedan, sólo por ti. Y eres la mejor razón. Que Dios nos ayude a
ser ejemplo de vida cristiana. Que Él nos ayude a cuidar unos de otros, a
comprendernos, a querernos sin juzgarnos. Que la sonrisa de uno sea la sonrisa
de todos. Y hoy es la tuya la que queremos ver
Algo
así leería yo. Pero no puede ser; tenemos que ser típicos. Y de ahí no salimos.
Me gustaría boicotear las peticiones. Tranquilo, padre de la criatura, no lo
voy a hacer
Casi
seguro
Por algo te lo pedirán. Si yo celebrara algo, y dependiera de mí, también lo haría. Y te dejaría libertad para redactarlas
ResponderEliminarOye, pues cuando celebres algo aquí estoy, dispuestísima. Por cierto, ya pasó la Comunión y leí lo que me dieron más algo de mi cosecha, pero más de uno me dijo que mucho mejores las peticiones del blog
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