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lunes, 30 de septiembre de 2013

EJEMPLARES



Hace poco oí una conversación que refleja la manera en la que muchos padres maleducan (o echan a perder, más bien) a sus hijos. El padre recriminaba a su hijo que fuera agresivo, le decía que eso no estaba bien, que él no podía ir a pegarse con fulanito, y, que si tenía algún problema, viniera a decírselo a su padre, y ya él (literal) iría a partirle la cara al otro. Y luego, para rematar la faena, suelta “la letra con sangre entra”.

Si Dios no lo remedia, ese padre, dentro de unos años, se echará las manos a la cabeza cuando alguien le traiga a su niño con un ojo morado y sangrando por la nariz tras una pelea. “¿Pero qué te tengo dicho, pedazo de gilipollas? Que no puedes ir pegándote por ahí, joder. ¿Qué te he enseñado yo, eh? ¿Qué te he enseñado yo?”, le dirá mientras le muele a golpes.

Nada es por casualidad

domingo, 29 de septiembre de 2013

MIRANDO AL MAR SOÑÉ



Me gusta la gente que sabe disfrutar del mar todo el año. Y me cargan esos para los que la playa es sinónimo de verano. O de agosto, incluso. Gente cuadriculada que, viviendo en ciudades con mar, sólo lo miran de año en año. Lo miran, pero no lo disfrutan. Muchos de ellos tienen apartamentos que sólo abren los quince días de rigor, aunque el resto del año vivan a media hora de distancia. Estas personas dejan que los calendarios dirijan sus vidas. Estamos a 29 de septiembre, con lo cual es otoño, con lo cual hay que empezar a abrigarse y coger el paraguas en cuanto vea una nube. Si la máxima baja de 28 a 25 empiezan a sacar los abrigos del armario. Y si les dices que te has pasado el fin de semana en la playa, bañándote y tomando el sol entre nube y nube, te miran como si estuvieras loca, aunque yo sé que en el fondo les come la envidia.

Pues eso, que he pasado el fin de semana en la playa, haciendo méritos para batir mi récord de baños marinos, que en este momento está en el 18 de noviembre.

Pero eso no ha sido lo mejor de mi fin de semana. Se llaman seres queridos porque los queremos, y nos quieren. Querer de lejos no requiere mucho esfuerzo y tampoco reporta muchas satisfacciones. De lejos no puedes abrazar, no puedes perder al chinchón, no puedes admirar una vista maravillosa, no puedes no cantar bingo, no puedes reírte con descaro ni tampoco puedes pelearte por pagar. De lejos no puedes hacer familia. A mí me gusta querer de cerca

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Y COMEMOS PERDICES



Este verano leí en un suplemento una especie de estudio sobre la felicidad. Qué nos hace felices, quiénes lo son más que otros según las estadísticas…

Aviso: leer esto puede:

-        resbalarte
-        hundirte en la miseria
-        esperanzarte
-        confirmarte las razones por la que no eres feliz
-        hacerte pensar que esto son simples estadísticas y que puedes ser feliz aunque todo lo que te rodea te diga que no

Ahí va (resumiendo):

-      Las personas son más felices en la juventud y en la vejez. La alegría es menor durante la mediana edad
-      Los estudios revelan que el voluntariado es un antídoto contra la depresión. Comprobado. Por dos razones principales: mientras ayudas a alguien no piensas en tus problemas; y te das cuenta de que te quejas de vicio
-      Quienes ganan premios en la lotería no son más felices y encuentran menos satisfacción en las actividades cotidianas
-      Con salud somos más felices. Acabáramos…
-      El desempleo es causa de infelicidad
-      Los casados dicen que son más felices que los solteros
-      Los propietarios de viviendas están más estresados que los que viven de alquiler
-      Los padres con hijos de entre 3 y 12 años son más felices que los padres con hijos adolescentes
-      Tener un perro alivia la soledad y aporta dicha
-      Una de las etapas más felices de la vida empieza a los 63 años


Si hago caso a esto, mis esperanzas de felicidad son bien escasas. Visto lo visto, estoy feliz de que no me toque la lotería, y, en una situación desesperada, siempre puedo adoptar un perro. Y, si nada de esto resulta, sólo tengo que esperar 25 años. Si es que tampoco es para tanto...



martes, 24 de septiembre de 2013

BOAS Y BODAS

En la próxima boda a la que asista, hay cosas que no me gustaría ver:


Una novia con un ramo de dos hectáreas


Una madrina aguafiestas



Monaguillos


Invitadas como la de las plumas

Unos novios que entran bailando al banquete (por suerte no tengo imágenes)


Y hay cosas que me molaría encontrar:



Un buffet de quesos



Peluqueros y maquilladores para retocar a las invitadas



Una recena a base de hamburguesas







domingo, 22 de septiembre de 2013

VAMOS A CONTAR...



Era una mañana de finales de verano. Se había dormido llorando y en su rostro aún se apreciaban las huellas de… El día que escriba una mierda de este tipo (de otro tipo no, de este) podéis preocuparos de verdad

Ayer me hicieron mi primer comentario negativo en el blog. La verdad es que me hizo bastante ilusión. La mentira es que esa clase de comentarios me sirven para superarme, crecer y hacerme más fuerte. No. No me sirven para nada. Pero gracias

Retomo el blog después de las vacaciones con energías renovadas, las pilas cargadas y mogollón pero mogollón de ideas, historias ingeniosas y tope de chachipiruladas. Tampoco. Haré lo que pueda y cuando pueda

Y me voy a la cama

viernes, 20 de septiembre de 2013

PADRINOS GALLEGOS

Me estoy empezando a cabrear. Venga, va, te tiras más de una semana sin escribir y encima te cabreas. Que te den, tía vaga. Che, che, parad el carro y dejadme escribir. Me cabreo conmigo misma, porque esto de no tener móvil con Internet, ni portátil, es una puñetera mierda. Y, para más inri, llego yo toda lolailo ayer por la noche, dispuesta a retomar mi amado diario, y mi ordenador de sobremesa me vuelve a fallar el muy cacho perro. Estoy un poco desesperadísima. Esto…, va, tupido velo y os cuento.

Estuve en una boda en Galicia. Boda y Galicia en una misma frase. ¿A que estáis salivando? Un poquito de envidia sí que os da, ¿no? Yo sé que sí, que no sois ningunos patanes. Pues eso, que me fui a Lugo a la boda de mi prima. Resulta que se casaba con su novio, que ahora es mi primo político. Y me parece fenomenal porque me cae dabuten. Y a mi prima la quiero mucho. Así que, como diría un tío mío que está transmutando en el Padrino, “¿qué más se puede pedir?”. Sí, ya sé que esto lo dice mucha gente, pero dudo que lo digan mientras transmutan en el Padrino.

El caso es que después de estar en Lugo me quedé unos días en Madrid. Que me perdone la Botella, pero es que no me gusta el café con leche, así que intenté relajarme de otra manera. Esto en mi familia es complicado porque solemos hablar todos al mismo tiempo. Y a lo mejor luego nos estalla la cabeza, pero, oye, somos capaces de participar en varias conversaciones a la vez, enterarnos de todo lo que dicen los demás aunque estemos doce en la misma mesa y contar la misma historia por quinta vez sin que nadie deje de prestar atención (al menos aparentemente).

En una familia tan larga como la mía hay penas, y algunas muy recientes, pero también muchas alegrías. Hay problemas, pero todos hemos comprobado que no estamos solos. Y, si hacemos el idiota, perdonamos. 

De eso se trata, ¿no? Saber cómo somos, y, aún así, querernos

miércoles, 11 de septiembre de 2013

ALMA, CORAZÓN Y VIDA



El motivo por el que no he podido escribir el blog estos días es que tenía estropeado el ordenador. El motivo por el que, además, no he sido capaz de escribir el blog, es que tengo estropeado algo menos tangible.

Cuando se muere una persona a quien queremos, algo se rompe. Tu inocencia, tu presente, tu futuro, tu infancia o tu alma. O todo a la vez. Cuando quien se muere es más joven que tú, además se te rompen los esquemas. Y cuando ese alguien es tu hermano, se van con él parte de tus raíces.

Mi madre ya no tiene a todos sus hermanos. Ya no tiene todo aquello que la unía a sus padres de una manera que va más allá de unos sentimientos inquebrantables. Falta uno de su misma sangre, y los recuerdos parecen hoy más lejanos. Un bautizo celebrado con brazos de gitano de Matías, un monedero regalado sólo con la intención, correr a comprarles algo a los pequeños en cuanto tenías unas pesetas, aquellas llamadas desde el extranjero, saber que te quieren, tantas horas en la carretera, y también de convivencia. Los recuerdos cobran vida mientras la realidad habla de muerte. Y también de esperanza. Porque muchos sabemos que esto no es el fin.

Tío, te mereces el mejor de los descansos en la mejor de las compañías. Y tienes que tenerlo. Lo tienes. Nuestras almas partidas lo saben


jueves, 5 de septiembre de 2013

DISPARATES DE ANTOLOGÍA (2ª PARTE)



Capacidad pulmonar: Es de unos cinco mil litros. Litro arriba, litro abajo
Estimulantes del sistema nervioso: El café, el tabaco y las mujeres. Y parecía tonto
Erasmo de Rotterdam: El Asno de Rotterdam es la escultura de un burro célebre que está en Amberes. El viejo truco de hacer como que has oído mal
Ejemplo de reptil: Serpiente putón. ¿En quién estaría pensando?
La sal común: Tiene un curioso sabor salado. Curioso que, siendo tan común, tenga sabor y todo
El alantoides: Una especie de rabo que tiene el pollo para respirar. Pues ya sabes más que yo
Reptiles: Son animales que se disuelven en el agua. Como el Frenadol
¿Conoces algún vegetal sin flores? Conozco. Toma, por preguntar
Insectos: Son una especie de aves. Pues yo he visto cucarachas más grandes que un pollo
La piel: Se trata de un vestido sin el cual no resistiríamos los porrazos, es un muro de contención para que no se nos salgan las carnes. Este debe ser de Albacete
La Santísima Trinidad: Son el Padre, el Hijo y una Palomica que vive con ellos. Y que les tiene toda la casa perdidita de cagadas
Área del triángulo: Es igual a la cuarta parte de la mitad de su lado por la semisuma de la raíz cuadrada de tres. Otro viejo truco: el del despiste
El cerebro: Las ideas, después de hablar, se van al cerebro. Menos cuando hablas y la cagas. Entonces se van a otra parte
Formación de las cordilleras: Las montañas no se forman en uno o dos días, tardan mucho tiempo. Más o menos el mismo tiempo que tardarías tú en saber hacer la O con un canuto


miércoles, 4 de septiembre de 2013

SEPTIEMBRE CUESTA



Septiembre es un mes traicionero. Ya desde mediados de julio, una de las cosas que más mola decir es “esto lo dejo para septiembre”, o “en septiembre me pongo con esto sin falta”. Bah, es julio, hace calor, mucha gente ya está de vacaciones, tralarí tralará…pa septiembre se queda. Pero, ay amigos, septiembre acaba llegando. Y ya ha llegado. Y ahora hay que ponerse sin falta. Y tener que ponerse sin falta agobia. Y el agobio hace que uno se bloquee. E, inevitablemente, te acuerdas de la madre que parió a septiembre.

Porque, seamos realistas. Nadie quiere volver al cole, nadie quiere volver al trabajo y nadie quiere volver a la rutina y a sus obligaciones. Los que tiene varios hijos dicen que sí, pero yo no acabo de creérmelo. Y es que volver a lo de siempre es una mierda. La parte positiva es que se trata de una mierda con fecha de caducidad, ya que, normalmente, en dos semanas o así uno se acaba acostumbrando.

Lo peor es cuando no hay nada a lo que acostumbrarse. Volver al “no trabajo” hace que te sientas aún más desubicado. Es una bofetada en toda la jeta después de haberte pasado unas semanas disimulando. Porque en julio y agosto “pega” estar de vacaciones. En bañador no se distinguen trabajadores de parados. Al recepcionista del hotel no le importa tu vida mientras pagues la cuenta. Y si te tiras en la cama a ver la tele a las once de la mañana no te sientes culpable.

Pero en septiembre eso ya no cuela. La realidad, que te ha dado una tregua de un mes, vuelve para zarandearte y obligarte a mover el culo si no quieres quedarte atrás. Y puede que lo que tengas por delante sea una cuesta muy empinada, pero de lo que puedes estar seguro es de que atrás…, no, atrás no hay nada. Así que, ¿por qué molestarse en mirar?

lunes, 2 de septiembre de 2013

CUANDO VEINTE DUROS ERA UNA PASTA



Y con cinco duros en el bolsillo echabas la tarde. Era una época en la que todos los niños jugábamos a lo mismo, leíamos lo mismo y comíamos lo mismo. Y esa es la razón por la que hoy tengan tanto éxito las webs que nos recuerdan cómo vivíamos aquellos a los que los 80 nos pillaron creciendo. Si  la nostalgia vende, la nostalgia colectiva, además, une. Porque es facilísimo pasarse horas en plan “¿y os acordáis de...?” Del Tente, por ejemplo. O de los sobres sorpresa (yo me los compraba en Bocacha, en Sarria, dicho sea de paso). O de los tebeos de Lily. O de los libros de Los Cinco.

Yo conservo muchas cosas de aquellos años. Unas, porque las nuevas generaciones las siguen disfrutando. Otras, porque me recuerdan quien fui. Y algunas, porque ya son verdaderas reliquias. ¿A que vosotros también teníais esto?:


DISCOS



Estos no los podías oír en el coche ni por la calle. Y precisamente por eso, poner un disco era un momento especial. Si se rayaba tu favorito te pasabas la tarde llorando. Y cambiar la aguja del tocadiscos tenía tela


BARRIGUITAS 



Por entonces en España casi no había ni negros ni chinos. Indios con pluma de indio me parece que tampoco hay hoy en día. Por eso tener en un tiovivo un bebé indio, uno negro y uno chino era súper exótico


CINEXIN



El Cinexin era duro de pelar. Las pelis casi siempre se rompían o se salían del carrete. Pero cuando conseguías que funcionara, tenías tu trozo de pared blanca y las luces apagadas, ver a Horacio y Gaspar perseguir a los 101 dálmatas, y luego darle hacia atrás a la manivela…, jo, aquello no tenía precio


ÁLBUMES DE CROMOS



Yo soy fan de los álbumes de cromos. De pequeña hice todos los del mundo, de jovencita alguno que otro, y, ya de talluda, compartí el año pasado con mi sobrina el de “Animales”. Este año repetimos, y confieso que, en cuanto se descuida, abro yo los sobres. Sensación única…