Vistas de página en total

lunes, 25 de julio de 2016

A VECES LLEGAN CARTAS



A mis hermanos

Sabéis, porque habéis estado aquí desde el principio, que en alguna ocasión he hablado de papá, y de mamá, y de lo que significan para mí. Pero somos cinco. La vida ha querido restarnos, y también sumarnos, y es una bendición, pero estos cinco no pueden ser olvidados.

Sólo puedo estar bien si vosotros estáis bien, y esto es lo único que necesito para que cualquier problema parezca insignificante. Gracias y por favor mañana y noche, y vosotros sois el centro de mis pensamientos.

Me regaláis vestidos de princesa, y me buscaríais un castillo si os lo pidiera. Siempre seré vuestra hermana pequeña, y me tendréis que cuidar siempre. A cambio, os prometo que yo cuidaré de vosotros; que nadie os tocará ni un pelo de la ropa si yo puedo evitarlo. Que seré vuestra principal admiradora, vuestra más fiel defensora.

Por el ejemplo que hemos tenido, junto con vuestra propia naturaleza y decisión consciente, sois buenos, generosos, sensatos, trabajadores, honrados, inteligentes y buenos padres. Eso lo saben todos los que os conocen. Y a todos ellos yo les quiero decir, orgullosa: “Esos son mis hermanos”

viernes, 15 de julio de 2016

NO NECESITO



Soy una persona normal. Con cerebro y sentimientos. Cuando un inocente sufre, sufro. Sé lo que es la compasión. Conozco a mis hermanos y ellos me conocen a mí. No necesito banderas, ni canciones, ni lanzar pésames al vacío, ni escribir hashtags en inglés. No necesito explicar cómo me siento, porque si te lo tengo que explicar no me interesas.

Y tampoco necesito a peligrosos retrasados mentales aprovechando que, hoy en día, hablar es más gratuito que nunca.

Sólo necesito que esos gilipollas a los que votamos para que hagan y digan gilipolleces mientras se enriquecen a nuestra costa, y los que hacen lo mismo sin haberlos votado, se abstengan de caras compungidas y de palabras que no significan nada, y hagan lo que haya que hacer para detener este terror.

Y ahora volvamos a nuestros quehaceres hasta la próxima sesión de sangre, hipocresía, maldad y morbo. Eso si no nos han matado antes, claro

lunes, 4 de julio de 2016

MI VIDA AQUÍ

Los viajes son capítulos en blanco. Y, cuando viajas sola, sabes que tú vas a ser la protagonista. Me encuentro en el lugar donde empezó la historia de mi familia, y donde terminó parte de ella. Pero la historia continúa, y esta es la mía.

Vivencias y aprendizaje. A eso se reduce todo. Existir no requiere ningún esfuerzo; te levantas, existes y te acuestas. Es fácil. Lo sé por experiencia. Vivir es otra cosa. Para vivir hace falta mirar, escuchar y sentir. Eres tú y lo que te rodea: personas, lugares, cosas.

Y por Dios que estoy viviendo. Estoy viviendo Abril en julio. Viviendo con la naturaleza, con los animales, viviendo mi sueño de ser granjera. Subiendo torres y bajando ríos. Pateando calles, fijándome, parándome. Volviendo a ver viejas caras por las que no pasa el tiempo. Oliendo, tocando, llorando, sonriendo. Mirando por primera vez cosas vistas mil veces. 

Y vivo dando gracias. A las personas que me dicen que quieren que esté bien. A las que se alegran, y lo noto, al verme. A las que saben que estoy sola, pero no permiten que me sienta sola. A las que cumplen la palabra dada.

Y mientras vivo, aprendo. Aprendo que quiero a mi lado gente de verdad. Que la belleza está en los ojos que miran. Que tantas telarañas no son buenas. Que, aunque amanezca nublado, siempre acaba saliendo el sol. Que, si las causas son importantes, las personas lo son muchísimo más. Que siempre hay tiempo para la familia, y que la amistad no es cuestión de tiempo. Que a la orilla del río se está muy bien, y que no basta con mojarse; hay que meterse. He aprendido las cosas que todavía no he aprendido, y aquellas que nunca aprenderé.

Quiero abrazar todo esto y no volver a perderlo jamás. Soy de aquí. Del lugar donde están mis abuelos. De mi vieja calle. Soy de mis chicas del molino. De estos montes, de estas piedras. Soy de la estación y del malecón. De los callejones de sueños. Soy de esta tierra para siempre