Vistas de página en total

jueves, 22 de mayo de 2014

CON LA GEOGRAFÍA HEMOS TOPAO

Esto lo he mangao de un blog de tumblr. Asindeclaro. Dice que le pidieron a un grupo de americanos que situaran los países europeos en un mapa. Hay que saber un poquito de inglés para entenderlo, pero muy poquito. Y oye, hemos salido muy bien parados, porque todos saben dónde cae España. Y la sangría. Y Rafa Nadal. Nos añaden un culo y una España del oeste, pero es algo aceptable. 

Ahora que nos lo pidan a un grupo de europeos, que también nos íbamos a reír. Pero un huevo



sábado, 10 de mayo de 2014

GUAYOMINÍ



Eurovisión ya no es lo que era. Me refiero a los tiempos en los que sabías más o menos donde caían todos los países que participaban, en los que quien ganaba lo hacía por cantar bien y no por dar la nota y en los que las votaciones eran emocionantes porque no se alargaban hasta el infinito debido a los votos de países que ni siquiera participan.

Los tiempos en los que la gente cantaba en el idioma de su país, en los que no había tanta cantidad de países en Europa para confusión de unos pequeños estudiantes de Geografía que ni siquiera saben dónde cae Albacete, y en los que nadie se atrevía a ir a Eurovisión a hacer el ridículo, porque era algo un poquito serio.

Mis primeros recuerdos de Eurovisión son Enséñame a cantar y Bailemos un vals. Yo pensaba que José Vélez era hermano de Julio Iglesias, y la de Micky es la primera canción que me recuerdo cantando. ¿He dicho que nadie se atrevía a ir a Eurovisión a hacer el ridículo? Vaya, no me acordaba de Remedios Amaya. Tan ochentera, tan descalza, tan gitana ella.

Con La Década Prodigiosa empezó mi época de súper afición a Eurovisión. Yo es que era muy fan de la Década. Y cuando digo muy fan, quiero decir muy, muy fan. Mucho. Mogollón. Exagerao. En realidad, mi época de súper afición duró cuatro años: la Década Prodigiosa, Nina, Azúcar Moreno y Sergio Dalma. Me acuerdo de que me dedicaba a escribir en una libretita el nombre del cantante de cada país y lo que me había parecido la actuación. Normalmente el que ganaba a mí me había parecido un truño, pero, qué queréis, no soy un Uribarri. Soy más bien… un Íñigo.

A esto siguieron unos años absurdos en los que sólo quiero acordarme de Anabel Conde… hasta que mandamos a David Civera y la cosa volvió a animarse. La apoteosis llegó con Rosa. Impagable actuación con Bisbal haciendo los coros y bailoteando como en los tiempos de la orquesta Expresiones. Yo aquel día tenía una boda y para mí fue un desastre: “¿Cómo voy yo a perderme la actuación de Rozaojúmequivocao?” Gracias que aún quedaba gente solidaria en el mundo y mientras tomábamos el aperitivo en el jardín apareció una tele como por arte de magia. Aquel fue el segundo momento más divertido de la boda.

Después vinieron otros años para olvidar, en los que logramos nuestro momento culminante de ridículo con el Chikilicuatre. Hay que reconocer que representaba muy bien en lo que se ha convertido gran parte de España, pero ¿de verdad queremos que todos lo sepan? ¿Hasta en Azerbaiyán? De los últimos años me quedo con Daniel Diges, y su Algo pequeñito con espontáneo incluido, y con Pastora Soler. Si es que lo único que se pide es dignidad, caray.

Y me voy ya que acaba de empezar Eurovisión. La canción que lleva España la oí una vez y me pareció un horror, lo cual no quiere decir nada. Al final será lo de siempre: Portugal (va, Portugal, que si tú no nos das nada, apaga y vámonos) nos tiene manía, Grecia (venga Grecia, que llevamos un siglo aguantando a la griega y su familión), cero points, países tipo Bielorrusia, Montenegro y Armenia, ni les prestaremos atención, Suiza (coño, que eso está lleno de españoles, que se note, ¿no?) nos dará 4 puntos, y así más o menos todo. Y Eurovisión acabará como siempre: “Esto es todo política. España debería retirarse, menudo tongo”. Pero volvemos a caer. Y yo vuelvo a caer


 

domingo, 4 de mayo de 2014

LA MADRE QUE NOS PARIÓ



El día de la madre no es un invento de El Corte Inglés. Se lleva celebrando desde tiempos “terremotos”, así que que no vengan los amargaos de turno a joder la marrana. Y, de todas formas, si así fuera, ¿os molesta? ¿Es algo malo dedicar un día del año a enaltecer la figura de la madre que todos tenemos? ¿Alguien os obliga a ir a comprar frenéticamente? Sí, la mayoría de madres dicen: “El día de la madre tiene que ser todos los días”. Claro, y el de la paz mundial, pero no por eso nos dedicamos a matarnos el resto del año.

Mi diccionario, que es de 1936, define “madre” como “hembra que ha parido”. Si la definición sigue siendo la misma o no, me da exactamente igual, porque no hay discusión: toda hembra que pare es madre. Parir es muy difícil, y tiene mucho mérito, pero también lo hace una rata. Hay mujeres cuya definición de madre termina en el momento de parir. Pero de ese tipo de madres ya se encargan de hablar la tele y la cruda realidad.

Casi todo el mundo piensa que su madre es la mejor. Pero hay casos en los que lo de que madre no hay más que una es un alivio. Tú lo ves desde fuera y te preguntas cómo es posible que esos hijos sientan tal adoración por una madre cuya vida está guiada por el egoísmo. Es decir, todo lo contrario a la esencia del amor maternal. Pero es así, y todos hemos visto casos a nuestro alrededor. Si el amor de madre es fuerte, no lo es menos ese amor ciego y sordo de algunos hijos.

Pero vosotros, que estáis leyendo esto, es muy probable que tengáis unas madres estupendas. Porque la gran mayoría lo son. Nos aguantan lo que no nos aguanta nadie, se preocupan por nosotros como no se preocupa nadie, nos perdonan como no nos perdona nadie. Les hacemos sufrir, pero ellas se olvidan. Les fallamos, pero siguen creyendo en nosotros. Desoímos sus consejos, pero ellas nunca se cansan de darlos. Una madre, una verdadera madre, nunca se cansa de dar. Nunca tira la toalla con nosotros. Nunca nos olvida.

Mi madre es una de estas madres. Una de esas madres imprescindibles; porque la necesito y la necesitaré siempre. Aunque sí pienso que ha fallado en algo, sí: no haber llegado a sacarse nunca la puñetera zapatilla

jueves, 1 de mayo de 2014

VIDEO KILLED THE RADIO STAR



A mi madre le gusta poner la radio de la cocina cuando se levanta. Por suerte, ya hace tiempo que se hartó de Jiménez Losantos y se pasó a la música. Cadena Dial, por supuesto, que ella lo de oír cantar en inglés ni lo contempla.

Ayer pasaba yo por allí. Porque resulta que yo a veces paso por la cocina. Así que pasaba por allí y me puse a bailar. Y no con una canción que salía de mi mente, sino con una que salía de la radio. En español. Yo no sé si es de esas canciones con la que no puedes evitar ponerte a bailar, pero sí sé que es una de esas canciones con las que yo no puedo evitar ponerme a bailar. Así que me puse.

Español era, pero reconozco que sólo entendí alguna frase suelta. Perfecto. No necesito más. Cojo google y tecleo “letra me voy me fui no me importa la vida es corta”. Bingo. Luis Fonsi. Uffff….. En fin, pelillos a la mar. Intento descargármela, pero los piratas con los que yo trato aún no tienen esa canción. Busco el vídeo en youtube. Madre de Dios… El Fonsi me da una grima que tira p´atrás. Cierro los ojos y le deseo una larga vida a la radio