Vistas de página en total

martes, 31 de diciembre de 2013

ENTRE GRITOS Y PITOS LOS ESPAÑOLITOS



Último día del año. Siempre he dicho que es un día como otro cualquiera. Hoy es martes y mañana miércoles, como en cualquier semana. Que el verdadero cambio de año es en septiembre y todo eso. Pero no. No es un día cualquiera; es un día en el que, tengas intención o no, te planteas cosas.

Me planteo qué diferencia hay entre hoy y el 31 de diciembre del año pasado. Me planteo qué he conseguido en un año. Me planteo en qué he cambiado. Me pregunto qué ha cambiado a mi alrededor.

Por eso no me gusta el día de fin de año: porque no me gustan las respuestas.

Pero luego pienso que sólo yo puedo hacer que cambien esas respuestas. A la única persona que necesito es a mí, y, mirad por dónde, resulta que estoy aquí. Tendré que entrenarme duro, reeducarme, enfadarme conmigo misma, consolarme, reñirme, animarme, cagarme en mí, reorientarme la actitud, obligarme a hacer lo que no quiero hacer. Reinventarme.

Mi propósito de fin de año es no odiar el 31 de diciembre de 2014. Y el reto empieza…¡ya!
 






lunes, 30 de diciembre de 2013

NO PARES, SIGUE, SIGUE

Gracias por vuestros comentarios, queridos hermanos, pero está claro que lo de pillar inocentadas no es vuestro fuerte.

Y, ya de paso, qué bonito saber que a nadie más le importa si dejo esto o no. Me emociono...

sábado, 28 de diciembre de 2013

SE ACABÓ



Me imagino que alguno, sólo alguno, se habrá percatado de que no escribo una entrada desde el día de Nochebuena. Lo he intentado, pero ya no tengo nada más que decir. Mejor dicho, no tengo ganas de decir nada más.

Estoy aburrida. De lo que hago, de lo que pienso y de lo que escribo. Aburrida de mí misma. Lo que antes era una ilusión ahora es una obligación. Y no se puede escribir un blog por obligación. Así que aquí se queda.

Me hubiera gustado tener más comentarios; muchas veces me he sentido como si le hablara a una pared. Me hubiera gustado tener más seguidores, miembros o como se llame; en fin, seguramente no estabais leyendo cuando os lo pedí. Y me hubiera gustado tener más lectores, pero esto sólo ha sido culpa de mis carencias.

Aún así, quiero que sepáis que, si he llegado hasta hoy, ha sido en gran parte por los ánimos que me habéis dado. Con comentarios, no sólo en el blog, sino también, y quizá más, fuera de él. Con vuestros votos para aquellos premios. Con vuestros “me gusta” en facebook. Que, alguna vez, os haya gustado algo de lo que he escrito, ya no me lo quita nadie.

A ti qué te cuento, ¿no? Pues eso, que hasta aquí hemos llegado


martes, 24 de diciembre de 2013

PASTORES, VENID




Y sucedió que, mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo del parto, y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada.

Había en aquellos campos unos pastores que pasaban la noche al raso velando sus rebaños. Un ángel del Señor se les apareció, y la gloria del Señor los envolvió de luz. Entonces les entró un gran miedo, pero el ángel les dijo:

- No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será también para todo el pueblo: Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre (...)

Cuando los ángeles se marcharon al cielo, los pastores se decían unos a otros:

- Vamos a Belén a ver eso que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado. 

Fueron deprisa y encontraron a María, a José y al niño acostado en el pesebre. Al verle, contaron lo que el ángel les había dicho de este niño. Y, cuantos escucharon lo que decían los pastores, se quedaron admirados (...)

lunes, 23 de diciembre de 2013

MAGOS Y REYES



Hoy, por primera vez, quiero rescatar una de mis primeras entradas, de la época en la que nadie sabía que me había dado por escribir un blog. Es una de las que más me gusta y hoy, viendo a tanta, tanta, pero tanta, tanta y tanta gente cargada de bolsas de un lado para otro como si les fuera la vida en ello, la he recordado. Yo haré algo parecido en unos días, porque soy de Reyes Magos forever. Y esta entrada va, especialmente, para quienes siguen creyendo en los Reyes, aunque vengan sólo un día antes de volver al cole.


Mi sobrino tiene 12 años, y yo ya sospechaba que hacía tiempo que sabía que los regalos que recibe cada 6 de enero no los traen precisamente Melchor, Gaspar y Baltasar. Pero este es el primer año que hemos empezado a hablar abiertamente del tema, y para mi, la verdad, ha sido un descanso. El caso es que aún no lo tenía todo muy claro, y creía que sus padres compraban todos los regalos que le traían los Reyes en todas las casas. De abuelos, tíos, primos, etc. Claro, la equívoca frasecita de “los Reyes son los padres”. Eso me llegó al alma, ya que llevo 12 años dejándome los dineros, el tiempo y los riñones en los reyes del chaval. Me parece que ya le ha quedado claro cómo funciona la cosa, pero estaré atenta por si se le ocurre alguna otra idea peregrina. Tengo que defender mi orgullo, comprendedlo.

Después de esta, digamos…simpática anécdota, lo que quiero reivindicar es que los Reyes Magos existen. Existen y nos hacen los regalos el 6 de enero.  Pero no se llaman Gaspar, ni Baltasar ni Melchor, sino que tienen los nombres de esos padres y madres, herman@s, ti@s hij@s, abuel@s, mujeres y maridos, novi@s, parejas y parejos, amig@s y demás parentela que se lo curran para encontrar un regalo que nos haga ilusión.

¿Acaso no es magia conseguir la Monster High que quiere tu hija y que está agotada desde hace meses? ¿O el videojuego descatalogado que se le ha antojado a tu sobrino? ¿O es que tampoco es magia adivinar lo que quiere tu hermana cuando ni ella misma sabe que lo quiere? ¿O esconder los regalos en los sitios más insospechados, evitando que nadie los encuentre, y hacerlos aparecer la noche de Reyes cual conejo de una chistera?

¿Y reyes? Somos los reyes de la calle, de tantas horas que pasamos pateándonosla en busca del regalo perfecto. Los reyes del disimulo, cuando un peque no tan peque nos pregunta si de verdad los Reyes Magos existen. Los reyes de la paciencia, aguantando cola tras cola para pagar y que nos envuelvan los regalos. Los reyes de la perseverancia, cuando aún estamos buscando tiendas abiertas el 5 de enero a las 11 de la noche porque queremos algo más para esa persona especial. Los reyes del sacrificio, porque aunque no nos sobre, o, incluso, nos falte, antes nos privamos de algo para nosotros a que los nuestros se queden sin regalos. Los reyes de la generosidad, porque estando cansados o tristes, sacamos fuerzas de donde no las hay para que los que están a nuestro alrededor vivan una verdadera Navidad.

¿Qué no existen los Reyes Magos? Eso que se lo digan a otros. Nosotros somos Magos. Y somos Reyes
 

sábado, 21 de diciembre de 2013

TAPAR AGUJEROS



Otra vez mañana la ilusión de la lotería, aunque hayan intentado quitárnosla con ese ridículo anuncio. A pesar de que, año tras año, no haya suerte ni en la pedrea, para mí es uno de los días más especiales de la Navidad. Siempre es igual: poner la tele y la radio temprano, correr cuando alguien nos dice “¡Ha salido el Gordo!”, apuntar todos los números premiados, desilusión, un ratito de cagarse en todo lo que se menea, curiosidad por ver dónde ha tocado, ver el tradicional desfile de loteros, premiados y botellas de cava, y terminar de rematar la faena con la pedrea.

El año pasado no di una, pero me vuelvo a mojar; mañana el Gordo va a terminar en 9. Es más un deseo que una corazonada, pero ahí lo dejo.

Luego hay otra lotería. La que tapa otro tipo de agujeros. Agujeros emocionales, afectivos y sentimentales. Una lotería que tocó en mi familia el 22 de diciembre de hace catorce años, y volvió a tocar justo dos años después. Tres niños que son el mejor premio que nadie podría desear. Con lo mejor que puede tener una persona: un gran corazón.

Si esa es la compensación a cambio de que nunca jamás nos toque la lotería, la acepto agradecida y feliz


viernes, 20 de diciembre de 2013

ASALTACUNAS



El otro día descubrí que me gusta One Direction. O sea, un grupo de veinteañeros con fans quinceañeras y menos. Me gustan moderadamente tirando hacia abajo, pero, aún así, ¿debería preocuparme? ¿Será que me repatea tanto que me llamen “señora”, que mi subconsciente ya no sabe pa dónde tirar? ¿Qué será lo próximo? ¿Ponerme una minifalda de volantitos? ¿Llevar una melena hasta el culo? ¿Engancharme a la Play? ¿O hablar entre risitas y a gritos?

Por otra parte, un test me ha dicho que mi edad mental son 27 años. Y según dicen, debería ser cinco años más que la real. Esto son…, bah, cuarenta y poquísimos. ¿Cómo interpreto esto? ¿Tiene algo que ver con que me gusten One Direction? ¿O más bien con mi pequeñito complejo de Peter Pan? ¿O tal vez sea que soy demasiado lerda para mi edad? Todas estas preguntas deberían inquietarme, pero es que sólo tengo 27 años. Y si los 40 son los nuevos 30, los 27…, hala, me voy a hacer una pancarta buena y acampar en alguna cola


miércoles, 18 de diciembre de 2013

LOS CERDOS TAMBIÉN TIENEN CORAZÓN



Me han dicho que el anterior formato del blog era de la edad de piedra, así que he puesto este diseño, que, en lugar de “sencillo” es… no sé qué. Pos vale. Pero, ¿y mi foto de George Bailey saludando a todo Bedford Falls? ¿Dónde la meto ahora? ¿Qué hago entonces llamándome Mrs. Bailey? ¿Me lo cambio por Cordelia? ¿Por mi verdadero nombre? No vivo.

 
Menos mal que ya puse el árbol de Navidad, porque con este dilema vital ahora sería incapaz. Ta chulo, ¿eh? Los que conocéis mi trayectoria decorativa seguro que estaréis apostando vuestra cabeza a que las flores las he hecho yo. Os diré… No sé hacer otra cosa, así que tendré que sacarle partido, digo yo. Y bien que se lo saco.

Veis los corazones, ¿no? O, dicho de otra manera, tenéis ojos en la cara, ¿no? Pues que sepáis que los corazones se llevan mucho y más que se van a llevar. En todo todito. Y los búhos. Corazones y búhos. Búhos y corazones. Tomad nota. Y mis dos cerditos que dan el toque jamonero al árbol. Niquelao

 

martes, 17 de diciembre de 2013

DULCE NAVIDAD



De la Navidad no se puede escapar. Puedes estar deseando que pasen estas fechas rápidamente, que te dejen de taladrar con cancioncitas navideñas, que se pueda andar por la calle, que tus hijos vuelvan al colegio. Te puedes morir de pereza de tener que ir a elegir los regalos, de mandar felicitaciones, de recibirlas, de poner toda la decoración navideña, de preparar la cena de Nochebuena. Se te puede hacer cuesta arriba la cantidad de gastos que hay estos días, las reuniones con esa gente que no puedes ni ver, pensar que vas a tardar dos meses en quitarte los 3 kg que ganarás estos días. Pero ni siquiera lo intentes; huir es imposible.

Así que, si no puedes con el enemigo, únete a él.

En primer lugar, da gracias por tener oídos, piernas que funcionan bien, hijos, un dinerillo, alguien a quien felicitar, alguien que te felicita, una casa, una mesa con comida, familia y familia postiza y un cuerpo sano. Y, después, canta, baila, ríete, haz colas, conoce a tus hijos, regala, compra christmas, escríbelos, manda mensajes a todo el mundo, contesta los que recibes, decora, sácalo todo, no te olvides del Belén, cocina y que te cocinen, estás en la mejor época del año para gastar, pero gasta sólo lo que tienes, júntate, no pasa nada; seguramente tú tampoco le gustes a alguien. Y come. Come, por Dios. ¿Cuándo vas a comer si no? ¿En febrero?

domingo, 15 de diciembre de 2013

ES VIDA LO QUE ME DAS


Esto no es un vídeo; es un lyric video. Se supone que Dani Martín hará un vídeo clip de su canción Qué bonita la vida, pero, mientras, nos deja esto para abrir boca. En realidad, lo dejó hace un mes, yo es que voy con retraso. Pero sé que algunos de vosotros vais con más retraso aún que yo, por eso os traigo esto. Por eso y porque la canción merece la pena. Al final va a resultar que me gusta el Martín este y todo...


                           


viernes, 13 de diciembre de 2013

OMG



Una de mis aficiones en esta época navideña… A ver, espera, espera… Una, dos (no, esa no cuenta), tres… (no, tampoco). Vale. Mi única afición en esta época navideña es ver belenes. Me gustan, sí. El que más me gusta es el mío, por supuesto, pero reconozco que montar un buen Belén es un arte que tienen muy pocos. Y esto sólo tiene un sentido.

El otro día vi en la tele uno hecho con conchas de la playa por un señor que se llama Nicasio. Mira que ya hay pocas cosas que me sorprendan y me lleguen al alma, y no soy precisamente de las que recogen conchas en la playa, pero ese Belén es lo más bonito, flipante y currado que he visto en mi vida.

Como Nicasio y su Belén me pillan algo lejos, hoy he ido a ver el del Mercado Central. Dicho sea de paso, el Mercado Central de Valencia es el más bonito de España y del mundo, incluidos los cinco continentes y el Carrefour. El Belén, clásico pero muy, muy bonito. Ya lo decía una guiri que pasaba por ahí: "Oh, my God, it´s beautiful". Mirad

 

 


 

miércoles, 11 de diciembre de 2013

¡AGUA VA!



¿Pensáis que porque me he pasado la tarde entre váteres y a puntito de coger un tifus no voy a tener ganas de escribir hoy?

¿Pensáis que por haber echado a perder mis botitas recién estrenadas en una inundación de cuarto de baño no voy a tener ganas de escribir hoy?

¿Creéis que por haber recibido un único comentario, y, por consiguiente, una única felicitación por mi primer añito de bloguera, no voy a tener ganas de escribir hoy?

¿Pensáis que pnttnhnnnmnpqmlytdyempqcdlnanp, no voy a tener ganas de escribir hoy?

Pues tenéis razón

martes, 10 de diciembre de 2013

AÑO UNO



301 entradas, casi 20.000 visitas, más de 1.000 comentarios, un puñadito de lectores, bastantes satisfacciones, unas poquitas decepciones, un millón de gracias, algún que otro perdón, unos cuantos días inspirados, muchos días en blanco, grandes descubrimientos, pequeñas sorpresas, muchas risas, algunas lágrimas, desconocidos que se convierten en amigos, amigos que lo son, familia que lo es más, un diario de mi vida.

Y, a lo tonto a lo tonto, esto ha cumplido un año. Y sigue

Gracias

lunes, 9 de diciembre de 2013

LA REVUELTA AL COLE



Mucha reforma educativa pero todo sigue igual. Después de treinta años, en el colegio se sigue enseñando lo mismo. ¿No será ya hora de ir cambiando las asignaturas?

¿De verdad son necesarios tantos cursos de matemáticas? ¿Para qué? Si no le gustan a casi nadie será por algo, ¿no? ¿Por qué se empeñan en seguir metiéndonos las matemáticas por el ojo? A ver, que yo no soy ninguna cateta, que saqué matrícula de honor en COU (luego ya fui cuesta abajo), y no me saques de sumar, restar, multiplicar y dividir con esfuerzo. Y me sobra. Compadezco a los padres que tienen que volver a estudiarse las ecuaciones para ayudar a sus hijos con los deberes.

¿Y el dibujo técnico? Hace poco me enteré de que esa chorrada se sigue dando. ¿Pero eso para qué coño sirve? Esas circunferencias, ángulos, rectas y curvas del demonio. ¿A quién se le ocurrió que un niño tiene que saber eso? ¿A los fabricantes de compases? El compás, ese artilugio absurdo e inútil para la gente de a pie, y lo que más odiaba de todo lo que tenía en el estuche. Aún más que el inquietante colorín blanco.

La lengua es algo más útil. Yo la dejaría, aunque ni con esas se consigue que los niños sepan hablar ni escribir. La literatura, con uno o dos cursos va que pedalea. Que lean, que no paren de leer. Lo que les guste, me da igual; siempre que sea en papel y sin faltas de ortografía.

Geografía, Historia y Naturales, pues lo suficiente para tener una cultura general y poder ganarse unos quesitos en el Trivial. Unas nociones básicas para no ser un lerdo. Si, total, de ahí para arriba la mayoría no nos vamos a acordar de nada. Y llenar el cerebro por llenar es tontería. De muchas cosas se aprende más leyendo un libro en un fin de semana que en todo un curso dándote la matraca. O viendo una película.

La gimnasia podía entenderla hace cincuenta años. ¿Pero hoy en día que casi todos los niños practican algún deporte o actividad física? Y eso es algo que hay que hacer por gusto, no obligado. ¿Subir por una cuerda pa qué? ¿Correr pa qué? Y, ya que estoy, aprovecho para cagarme en el potro, el plinto y sus puñeteras madres.

Si de verdad quieren que salgan del colegio hombres y mujeres de provecho, que les enseñen cosas que sirvan. A saber:

Tareas domésticas. Poner una lavadora, fregar, poner un lavaplatos, planchar, pasar el aspirador, cocinar. Sí, sí, todo eso en el colegio. Iban a salir bien espabilados. Sobre todo los chicos, que muchos siguen creyendo que eso no va con ellos. Y las madres, encantadas. Ya no iba a valer eso de que “Es que no sé…”

Primeros auxilios. Eso es algo que todos podemos necesitar en cualquier momento. Yo no tengo ni idea de cómo se hace, y, si me lo hubieran enseñado en el colegio, a lo mejor ahora estaría cantando otro gallo. Gracias, el Quijote me ha sido de mucha ayuda, cretinos.

Economía doméstica. Que sepan lo que cuesta llevar una casa. Lo que cuesta tenerlos vestiditos, limpitos y educaditos. Y bien paseados por ahí. A lo mejor se lo pensaban dos veces antes de quejarse de que no se les compra no sé qué mierda.

Educación y respeto. Porque hay muchos padres de los que uno no se puede fiar; ni saben ni, aún peor, quieren enseñar a sus hijos. Es verdad que tampoco se puede uno fiar de muchos profesores, pero bueno, que lean lo que pone el libro, leche. Y que se callen sus opiniones.

Y más cosas, pero esta entrada ya es muy larga. Lo que digo es que los chavales saldrán del colegio sabiendo manejar todos los móviles y ordenadores del mercado, y con los conocimientos justos para pasar una selectividad y que habrán olvidado antes de que termine el verano. Saldrán sabiendo muchas cosas que no deberían saber, y muchas que no necesitan saber. Pero, por lo que se refiere a la vida, a la vida real, agilipollaos perdidos. Los años que pasamos en el colegio son muchos, y dan para aprender mucho. Podéis decir que tienen toda la vida para hacerlo. No estoy segura, pero, ¿qué hay de malo en que lo aprendan ahora?

Y la señora de George Bailey ha terminado su entrada número 300. Chú-pa-te esa


domingo, 8 de diciembre de 2013

EL ESPÍRITU DE LAS NAVIDADES PRESENTES



Hace unos días mi prima Belén decía en facebook que no tenía ningún espíritu navideño (bendito facebook, que permite que nos enteremos de la vida de nuestra familia). Yo no sé qué es exactamente eso del espíritu navideño; me suena a peli norteamericana de sobremesa. Pero, sea lo que sea, estoy segura de que no lo tengo.

Para mí la Navidad es lo que es; o sea, la celebración del nacimiento de Cristo. Y en toda celebración hay alegría, reunión, regalos, comida e ilusión. Entonces, si no hay ganas de celebrar, supongo que no hay espíritu navideño, ¿no? Pues no. No hay.

Poner el Belén. El árbol. Adornar la casa. Comprar regalos. Pensar en el menú de Nochebuena. Hacer planes. Si se hace por obligación, o porque “toca”, ¿qué sentido tiene? Nada de eso debería hacerse de forma mecánica. Nada de eso debería hacerse sin ilusión. No debería, pero a veces se hace. Yo espero, que mientras lo voy haciendo, ese espíritu me venga del cielo. Y me comprometo a dar con el mazo, aún a riesgo de que alguien acabe estrellándomelo en la cabeza
 

sábado, 7 de diciembre de 2013

LA NO ENTRADA



Las razones de esta entrada son:

1- los fines de semana me leéis poco más que nada
2- el martes el blog cumple un año, y quiero llegar a las 300 entradas
3- no puedo escribir lo que querría escribir. Como veis, ni en mi propio blog soy libre


viernes, 6 de diciembre de 2013

FELIZ FIN DE SEMANA



Esto es lo que es. Y lo que no es, no lo busquéis, que no lo vais a encontrar.

Si buscáis “Seis peinados para inspirarte”, aquí, no

Si buscáis una entrada sobre el cáncer de mama sólo porque sea el día del cáncer de mama, aquí, no

Si buscáis recomendación del restaurante de moda, aquí, no

Si buscáis las mejores frases de Nelson Mandela, aquí, no

Si buscáis información sobre planes con niños, aquí, no

Si buscáis opiniones sobre política o economía, aquí, no

Si buscáis recetas de cocina, por vuestro bien, aquí, no

Si buscáis fotos de tíos o tías en pelotas, aquí, no

Si esperáis que os diga “¡Feliz fin de semana! Y sed buenos, ¿vale?”, aquí, no

Y si buscáis que termine esta entrada de una manera coherente, aquí, no



jueves, 5 de diciembre de 2013

EXISTO, LUEGO, ALGUNA VEZ, PIENSO



Esperaremos a ver la carita del bebé para decidir su nombre. Menos mal que mis padres ya tenían decidido mi nombre, porque, por esa regla de tres, ahora estaría llamándome Mongola o Palurda. Y yo creo que eso a un niño le tiene que marcar pero cantidad

"Fggozen" va de la histogguia de la ggueina de las nieves. Hombggueee..., la ggueina de las nieves, claggo. Como Taggzán, que egga el gguey de los monos, aunque yo pgguefieggo al gguey león. Es más entggañable.

Es muy amigo de sus amigos. Yo también soy amiga de mis amigos. Y vecina de mis vecinos. Mucho. Una vez intenté ser muy amiga de un mono que había en el zoo pero no me dejó el muy cabrito


Ese es un cómico de categoría. Clarooo, Vince Vaughn es el Buster Keaton de nuestra época, no te jod...

miércoles, 4 de diciembre de 2013

BUSCO RESPUESTAS



Hay en marcha otros premios para blogs; los del 20 minutos. ¿Qué hago? ¿Me presento? ¿Si me presento me votaréis? ¿Os vais a acordar de mis muertos? ¿U os vais a acordar de mis muertos pero al final me votaréis? Las votaciones empiezan el año que viene (31 de enero), no podréis decir que no os he dejado descansar…

Y otra preguntita. Algunos de vosotros no queréis haceros mis seguidores oficiales, y a mí se me ha antojado tener seguidores. ¿Si me abro una cuenta en Twitter conseguiré más? ¿O sólo conseguiré que me insulten? ¿Tener twitter me reportará alguna ventaja? ¿Me dará mucho trabajo? ¿Me subirá la tensión?

Respondedme, que estoy en ascuas

martes, 3 de diciembre de 2013

PERDONA QUE NO ME PARE



En la puerta de Mercadona hay una chica pidiendo. Tiene treinta y pocos años y una pinta normal. Está de pie con un carrito de la compra al lado, y se acerca a la gente que entra y sale del súper para pedirles comida. Algo acerca de unos niños, me pareció oírle una vez. En realidad, ya no necesita ni acercarse, porque todo el mundo la conoce y ya van a ella directamente.

La veo todos los días de la semana, los laborables, al menos, mañana y tarde. Cuando no está, lo primero que me viene a la mente es que estará vaciando el carro. Para volver. Y volverlo a llenar. Y otra vez desaparecer. ¿Para qué necesitará 4 ó 5 carros llenos al día? Podría ser, pero dudo que sea la encargada de un orfanato ruso. Quizá está llenando un bunker de provisiones ante una improbable guerra nuclear. Quizá tiene que alimentar a una familia muy grande, y a medio vecindario. O quizá no necesite alimentar a nadie, y todos esos productos acaben en un supermercado clandestino. O los lleve a otro Mercadona para que le devuelvan el dinero, como así le contó un día a mi madre una cajera. O vaya usted a saber. Todos hemos visto más cosas de las que hubiéramos querido.

Ya no me fío de nadie. Antes me fiaba, porque podías fiarte. A lo mejor alguno te engañaba, pero costaba creerlo. Ahora cuesta creer lo contrario. Te obligan a ser menos ingenua y, probablemente, más injusta. Al pedirte, te quitan. Así que prefiero dar a los que no me piden nada
 

lunes, 2 de diciembre de 2013

NO TIENES UN E-MAIL



Qué tiempos aquellos en los que se recibían correos electrónicos de personas conocidas, ¿eh? Te mandaban una foto, un power point que abrías por no hacer un feo pero que estabas deseando que terminase, te escribían para contarte su vida de los últimos seis meses, te felicitaban la Navidad… Ahora, con un whatsapp vas que te matas, si quieres estirarte un poco más mandas un mensajito por facebook o twitter, y si tienes el corazón como un témpano cuelgas un mensaje en alguna parte y que lo lea quien lo pille. A ti te la bufa.


Si ya se agradece que el buzón esté vacío, porque sólo hay facturas, también se empieza a agradecer que no haya nada en la bandeja de entrada, porque todo es publicidad. Aquella vez, que por que te mandaran no sé qué mierda, tuviste que dar tus datos, incluida dirección de correo…, por la maldita casilla de “Acepto” recibes propaganda de cosas que eres incapaz de deletrear. Y el día en el que, camuflado entre tanta carne de papelera, recibes un correo de alguien a quien eres capaz de poner cara…, ese día..., uf, ese día vuelves a creer en Tom Hanks

domingo, 1 de diciembre de 2013

PAUL McCARTNEY NO ESTÁ MUERTO

Vincenzo dice, que, por ir a un concierto de Paul McCartney, sería capaz de quedarse sin casa y dormir en una caja de cartón debajo de un puente. La caja tendría que ser la de una nevera de estas altísimas, porque, aunque aún no ha cumplido los 14, ya me saca media cabeza. Tiene la desubicación de los casi 14, pero buen gusto musical, eso hay que reconocérselo.

Ya me gustaría a mí llevarle a un concierto de la abuelita Paul. Por él, sí, pero para mí también sería un flipe. De momento, sólo podemos imaginarnos en uno de estos


Cenzo, tú eres mucho más nuevo que yo, pero el día de mañana es igual de nuevo para los dos