Me
han dicho que el anterior formato del blog era de la edad de piedra, así que he
puesto este diseño, que, en lugar de “sencillo” es… no sé qué. Pos vale. Pero,
¿y mi foto de George Bailey saludando a todo Bedford Falls? ¿Dónde la meto
ahora? ¿Qué hago entonces llamándome Mrs. Bailey? ¿Me lo cambio por Cordelia? ¿Por
mi verdadero nombre? No vivo.
Menos
mal que ya puse el árbol de Navidad, porque con este dilema vital ahora sería
incapaz. Ta chulo, ¿eh? Los que conocéis mi trayectoria decorativa seguro que estaréis
apostando vuestra cabeza a que las flores las he hecho yo. Os diré… No sé hacer
otra cosa, así que tendré que sacarle partido, digo yo. Y bien que se lo saco.
Veis
los corazones, ¿no? O, dicho de otra manera, tenéis ojos en la cara, ¿no? Pues
que sepáis que los corazones se llevan mucho y más que se van a llevar. En todo
todito. Y los búhos. Corazones y búhos. Búhos y corazones. Tomad nota. Y mis
dos cerditos que dan el toque jamonero al árbol. Niquelao
¿quién te lo ha dicho? Hazte otra vez esas preguntas y replantéate el fondo. El árbol, muy chulo, pero los cerditos no los localizo. Será que es muy temprano.
ResponderEliminarHe intentado volver a poner la foto pero con este formato no queda bien. No sé qué hacer. ¿No ves los cerditos? ¿Uno blanco y otro rojo?
EliminarMe ha costado un rato, pero después de mucho mirar he localizado los cerdos, muy monos.
ResponderEliminarEsto va para el resto: ¿Veis las flores? No. ¿Veis los corazones? No. ¿veis las estrellas? No. ¿Veis eso que no son ni corazones ni flores ni estrellas? Pues esos son los cerdos
EliminarSí, si que se ven! Qué árbol más chulo! El blog, los dos formatos están bien. In beso. Marta
ResponderEliminarMuchas gracias, Marta! Un beso
Eliminar¡Ahora! Ayer me pareció ver el blanco, y ahora veo el rojo. Me cuesta procesar... ¿o será la presbicia?
ResponderEliminarLas dos cosas, creo
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