Mucha
reforma educativa pero todo sigue igual. Después de treinta años, en el colegio
se sigue enseñando lo mismo. ¿No será ya hora de ir cambiando las asignaturas?
¿De
verdad son necesarios tantos cursos de matemáticas? ¿Para qué? Si no le gustan
a casi nadie será por algo, ¿no? ¿Por qué se empeñan en seguir metiéndonos las
matemáticas por el ojo? A ver, que yo no soy ninguna cateta, que saqué matrícula
de honor en COU (luego ya fui cuesta abajo), y no me saques de sumar, restar,
multiplicar y dividir con esfuerzo. Y me sobra. Compadezco a los padres que tienen
que volver a estudiarse las ecuaciones para ayudar a sus hijos con los deberes.
¿Y
el dibujo técnico? Hace poco me enteré de que esa chorrada se sigue dando. ¿Pero
eso para qué coño sirve? Esas circunferencias, ángulos, rectas y curvas del
demonio. ¿A quién se le ocurrió que un niño tiene que saber eso? ¿A los
fabricantes de compases? El compás, ese artilugio absurdo e inútil para la
gente de a pie, y lo que más odiaba de todo lo que tenía en el estuche. Aún más
que el inquietante colorín blanco.
La
lengua es algo más útil. Yo la dejaría, aunque ni con esas se consigue que los
niños sepan hablar ni escribir. La literatura, con uno o dos cursos va que
pedalea. Que lean, que no paren de leer. Lo que les guste, me da igual; siempre
que sea en papel y sin faltas de ortografía.
Geografía,
Historia y Naturales, pues lo suficiente para tener una cultura general y poder
ganarse unos quesitos en el Trivial. Unas nociones básicas para no ser un
lerdo. Si, total, de ahí para arriba la mayoría no nos vamos a acordar de nada.
Y llenar el cerebro por llenar es tontería. De muchas cosas se aprende más
leyendo un libro en un fin de semana que en todo un curso dándote la matraca. O
viendo una película.
La
gimnasia podía entenderla hace cincuenta años. ¿Pero hoy en día que casi todos
los niños practican algún deporte o actividad física? Y eso es algo que hay que
hacer por gusto, no obligado. ¿Subir por una cuerda pa qué? ¿Correr pa qué? Y,
ya que estoy, aprovecho para cagarme en el potro, el plinto y sus puñeteras
madres.
Si
de verdad quieren que salgan del colegio hombres y mujeres de provecho, que les
enseñen cosas que sirvan. A saber:
Tareas
domésticas. Poner una lavadora, fregar, poner un lavaplatos, planchar, pasar el
aspirador, cocinar. Sí, sí, todo eso en el colegio. Iban a salir bien
espabilados. Sobre todo los chicos, que muchos siguen creyendo que eso no va
con ellos. Y las madres, encantadas. Ya no iba a valer eso de que “Es que no sé…”
Primeros
auxilios. Eso es algo que todos podemos necesitar en cualquier momento. Yo no
tengo ni idea de cómo se hace, y, si me lo hubieran enseñado en el colegio, a
lo mejor ahora estaría cantando otro gallo. Gracias, el Quijote me ha sido de
mucha ayuda, cretinos.
Economía
doméstica. Que sepan lo que cuesta llevar una casa. Lo que cuesta tenerlos
vestiditos, limpitos y educaditos. Y bien paseados por ahí. A lo mejor se lo
pensaban dos veces antes de quejarse de que no se les compra no sé qué mierda.
Educación
y respeto. Porque hay muchos padres de los que uno no se puede fiar; ni saben
ni, aún peor, quieren enseñar a sus hijos. Es verdad que tampoco se puede uno
fiar de muchos profesores, pero bueno, que lean lo que pone el libro, leche. Y
que se callen sus opiniones.
Y
más cosas, pero esta entrada ya es muy larga. Lo que digo es que los chavales
saldrán del colegio sabiendo manejar todos los móviles y ordenadores del
mercado, y con los conocimientos justos para pasar una selectividad y que habrán
olvidado antes de que termine el verano. Saldrán sabiendo muchas cosas que no
deberían saber, y muchas que no necesitan saber. Pero, por lo que se refiere a
la vida, a la vida real, agilipollaos perdidos. Los años que pasamos en el
colegio son muchos, y dan para aprender mucho. Podéis decir que tienen toda la
vida para hacerlo. No estoy segura, pero, ¿qué hay de malo en que lo aprendan
ahora?
Y
la señora de George Bailey ha terminado su entrada número 300. Chú-pa-te esa
Hombre, si enseñaran lo mínimo, la gente llegaría peor de lo que ya llega a la Universidad, y no sabría inventar ordenadores, ipad, smartphones, y otras cosillas igual o más útiles. Y lo mismo los médicos, los químicos.....Lo de añadir materias, vale, pero no andemos quitando que no estamos sobrados.
ResponderEliminarLa mayoría de los que inventan cosas eran cenutrios en el cole. No me sirve. Lo de los médicos y todos esos, perfecto. Para eso están las carreras. De todas formas, ni que me fueran a hacer caso...
Eliminar¡Cómo pasa el tiempo!
ResponderEliminar¡Muchas felicidades por tus 300 entradas!
¡Cómo pasa, cómo! Muchas, muchas gracias :)
Eliminar¡¡¡¡¡¡¡¡FELICIDADES POR TUS TRESCIENTAS ENTRADAS!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminar¡Muchas gracias, crispi21! Me alegro de tener un nuevo comentarista :)
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