Me
imagino que alguno, sólo alguno, se habrá percatado de que no escribo una
entrada desde el día de Nochebuena. Lo he intentado, pero ya no tengo nada más
que decir. Mejor dicho, no tengo ganas de decir nada más.
Estoy
aburrida. De lo que hago, de lo que pienso y de lo que escribo. Aburrida de mí
misma. Lo que antes era una ilusión ahora es una obligación. Y no se puede
escribir un blog por obligación. Así que aquí se queda.
Me
hubiera gustado tener más comentarios; muchas veces me he sentido como si le
hablara a una pared. Me hubiera gustado tener más seguidores, miembros o como
se llame; en fin, seguramente no estabais leyendo cuando os lo pedí. Y me
hubiera gustado tener más lectores, pero esto sólo ha sido culpa de mis
carencias.
Aún
así, quiero que sepáis que, si he llegado hasta hoy, ha sido en gran parte por
los ánimos que me habéis dado. Con comentarios, no sólo en el blog, sino también,
y quizá más, fuera de él. Con vuestros votos para aquellos premios. Con
vuestros “me gusta” en facebook. Que, alguna vez, os haya gustado algo de lo
que he escrito, ya no me lo quita nadie.
A
ti qué te cuento, ¿no? Pues eso, que hasta aquí hemos llegado
no.
ResponderEliminarsigue.
Pues me parece fatal que te rajes. Una cosa es espaciar las entradas y otra es abandonar. Piénsatelo mejor.
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