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sábado, 7 de enero de 2017

DIARIO DE UNA NAVIDAD. Y FINAL



DOMINGO – Año Nuevo

Tenía que haber celebrado el comienzo de año en una playa de Australia. Espero tenerlo en cuenta el año que viene

Precisamente en Australia es donde venden la sudadera que pide hoy Diego para Reyes. Hoy. Australia. Reyes. La cosa no me cuadra, así que le digo que se siente pero no. Esto de la compra on line en lugares remotos deja en bragas a lo de no encontrar a la perrita Lucy en ninguna juguetería de la comarca desde diez antes de Reyes

LUNES – El caos

Estoy de muy mal humor. ¿Por qué nadie pide algo fácil de encontrar? Recorro docenas de librerías buscando libros que no están a la venta. Me chupo una cola de veinte minutos para pagar una peli que no es exactamente la que pidió Pablo. Cometo actos desesperados. La gente me empuja y me da golpes. Dimito

MARTES – El colmo

Por fin Diego me dice qué quiere: una tarjeta para no sé qué. Mantenemos por whatsapp un diálogo de besugos y sólo saco en claro que es una tarjeta para comprar on line cosas legales y toleradas

Busco para mamá un libro bonito sobre Galicia. Sólo encuentro guías y poco más. Cuando me diga que quiere hacer el Camino de Santiago en moto lo tendré más fácil

Entre los regalos que me roban y los que tengo que buscar por encargo, me tienen hasta el colmo, como decía Vicente

MIÉRCOLES – Los recuerdos

Llega por fin por mensajero el libro milagro. Para ser un libro milagro tiene pinta de ser un coñazo

Sólo a mí se me ocurre meterme en el corte inglés a las siete y media de la tarde. Qué tonterías digo; ojalá se me ocurriera sólo a mí. Me pongo a seguir a un tío de 2x2 que me va abriendo paso entre la marabunta. Oigo a la gente despotricar y me río sola pensando en lo tontos que somos. Me río tanto y me atropellan tanto que por poco me caigo por la escalera del metro

Por la noche busco en los cajones de papá una foto antigua de los hermanos con un rey mago. Esa no la encuentro, pero sí otras muchas fotos nuestras y de mamá, junto con nuestras notas, el libro de familia y muchos recuerdos. Nosotros. Y Dios. Eso era lo más importante para él. Me acuerdo de que, aunque mamá solía encargarse de casi todos nuestros Reyes, él siempre nos dejaba algo de su parte: un libro, un juguete…, algo pequeño y bonito


JUEVES – La cabalgata

Ya estoy en la calle cuando abren las tiendas. Hoy es una carrera contrarreloj. Encuentro de milagro la figurita de Star Wars que quiere María. La última. A mi lado un chico busca la misma. Búscate la vida, muchacho, esto es la guerra

A las 12 ya hay gente cogiendo sitio para la cabalgata. Perfecto, si están aquí no están en las colas

Viene María con sus padres a ver la cabalgata. Creo que no cometo sacrilegio si digo que es una mierda. Yo no entiendo nada de lo que es todo esto. Horriblísimo todo. Melchor y Gaspar pasan sin pena ni gloria. Vamos, que no nos hacen ni puñetero caso, por más que nos desgañitamos gritando sus nombres. Baltasar nunca decepciona y nos saluda dos veces. Es negro de verdad

VIERNES – El día de Reyes

Me da pena ya no saltar corriendo de la cama en cuanto me despierto. Los Reyes fenomenal, como siempre. Una exageración. Llegan todos y es un no parar de abrir regalos. Quieres ver la reacción de cada uno cuando abre los suyos y es imposible

En casa de Vicente los Reyes me traen una caja de música personalizada. Es el regalo que me hace llorar

Es verdad, Clarence, ningún hombre con amigos es un fracasado. Tampoco ninguna persona con una familia como la mía