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lunes, 4 de julio de 2016

MI VIDA AQUÍ

Los viajes son capítulos en blanco. Y, cuando viajas sola, sabes que tú vas a ser la protagonista. Me encuentro en el lugar donde empezó la historia de mi familia, y donde terminó parte de ella. Pero la historia continúa, y esta es la mía.

Vivencias y aprendizaje. A eso se reduce todo. Existir no requiere ningún esfuerzo; te levantas, existes y te acuestas. Es fácil. Lo sé por experiencia. Vivir es otra cosa. Para vivir hace falta mirar, escuchar y sentir. Eres tú y lo que te rodea: personas, lugares, cosas.

Y por Dios que estoy viviendo. Estoy viviendo Abril en julio. Viviendo con la naturaleza, con los animales, viviendo mi sueño de ser granjera. Subiendo torres y bajando ríos. Pateando calles, fijándome, parándome. Volviendo a ver viejas caras por las que no pasa el tiempo. Oliendo, tocando, llorando, sonriendo. Mirando por primera vez cosas vistas mil veces. 

Y vivo dando gracias. A las personas que me dicen que quieren que esté bien. A las que se alegran, y lo noto, al verme. A las que saben que estoy sola, pero no permiten que me sienta sola. A las que cumplen la palabra dada.

Y mientras vivo, aprendo. Aprendo que quiero a mi lado gente de verdad. Que la belleza está en los ojos que miran. Que tantas telarañas no son buenas. Que, aunque amanezca nublado, siempre acaba saliendo el sol. Que, si las causas son importantes, las personas lo son muchísimo más. Que siempre hay tiempo para la familia, y que la amistad no es cuestión de tiempo. Que a la orilla del río se está muy bien, y que no basta con mojarse; hay que meterse. He aprendido las cosas que todavía no he aprendido, y aquellas que nunca aprenderé.

Quiero abrazar todo esto y no volver a perderlo jamás. Soy de aquí. Del lugar donde están mis abuelos. De mi vieja calle. Soy de mis chicas del molino. De estos montes, de estas piedras. Soy de la estación y del malecón. De los callejones de sueños. Soy de esta tierra para siempre

4 comentarios:

  1. Pues bien, te diré que mientras tú te impregnabas de patear calles, olores, caras.. Los demás aprendimos de lo que desprendías al hacerlo.. Que hay que hacer todo eso más a menudo, que no debemos de dejar de hacerlo nunca porque siempre te sorprende descubrir que no está ni todo visto, ni dicho , ni hecho. Es una continua limpieza de telarañas.. Y O Galo Canta forma parte de mi listado de canciones preferidas y de una pequeña granjera que te ganaste desde el minuto 0. Gracias por mi aprendizaje. Amiga.

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  2. Me alegro de que el viaje, el lugar y las compañías te hayan renovado.

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    1. Pues mira, sí, me han renovado. Otra cosa es lo que dure
      ¡Gracias!

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