Septiembre
es un mes traicionero. Ya desde mediados de julio, una de las cosas que más
mola decir es “esto lo dejo para septiembre”, o “en septiembre me pongo con
esto sin falta”. Bah, es julio, hace calor, mucha gente ya está de vacaciones,
tralarí tralará…pa septiembre se queda. Pero, ay amigos, septiembre acaba
llegando. Y ya ha llegado. Y ahora hay que ponerse sin falta. Y tener que
ponerse sin falta agobia. Y el agobio hace que uno se bloquee. E, inevitablemente,
te acuerdas de la madre que parió a septiembre.
Porque,
seamos realistas. Nadie quiere volver al cole, nadie quiere volver al trabajo y
nadie quiere volver a la rutina y a sus obligaciones. Los que tiene varios
hijos dicen que sí, pero yo no acabo de creérmelo. Y es que volver a lo de
siempre es una mierda. La parte positiva es que se trata de una mierda con
fecha de caducidad, ya que, normalmente, en dos semanas o así uno se acaba
acostumbrando.
Lo
peor es cuando no hay nada a lo que acostumbrarse. Volver al “no trabajo” hace
que te sientas aún más desubicado. Es una bofetada en toda la jeta después de
haberte pasado unas semanas disimulando. Porque en julio y agosto “pega” estar
de vacaciones. En bañador no se distinguen trabajadores de parados. Al
recepcionista del hotel no le importa tu vida mientras pagues la cuenta. Y si
te tiras en la cama a ver la tele a las once de la mañana no te sientes
culpable.
Pero
en septiembre eso ya no cuela. La realidad, que te ha dado una tregua de un
mes, vuelve para zarandearte y obligarte a mover el culo si no quieres quedarte
atrás. Y puede que lo que tengas por delante sea una cuesta muy empinada, pero de
lo que puedes estar seguro es de que atrás…, no, atrás no hay nada. Así que,
¿por qué molestarse en mirar?
Sí, pobrecito. No es lo mismo, pero parecido a enero. Pero tiene su parte buena: aún hace buen tiempo normalmente, algunos, no todos, entienden que tienes mucho bloqueo de trabajo la primera semana y son pacientes hasta la segunda .... Y por lo demás, hay que ponerse manos a la obra.
ResponderEliminarHay q empezar septiembre con espiritu positivo, puede ser tambien el inicio de nuevas oportunidades, del despertar del letargo veraniego. Hay que afrontarlo con optimismo moderado, pensar q cosas positivas pueden llegar y tener ojo de halcon para saber discernir cuando y por donde pueden llegar, para no dejarlas pasar (Fdo: El Peregrino)
ResponderEliminarAy, Peregrino, cuánto tienes que enseñarme
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