DOMINGO – Año Nuevo
Tenía
que haber celebrado el comienzo de año en una playa de Australia. Espero
tenerlo en cuenta el año que viene
Precisamente
en Australia es donde venden la sudadera que pide hoy Diego para Reyes. Hoy.
Australia. Reyes. La cosa no me cuadra, así que le digo que se siente pero no.
Esto de la compra on line en lugares remotos deja en bragas a lo de no
encontrar a la perrita Lucy en ninguna juguetería de la comarca desde diez
antes de Reyes
LUNES – El caos
Estoy
de muy mal humor. ¿Por qué nadie pide algo fácil de encontrar? Recorro docenas
de librerías buscando libros que no están a la venta. Me chupo una cola de
veinte minutos para pagar una peli que no es exactamente la que pidió Pablo. Cometo
actos desesperados. La gente me empuja y me da golpes. Dimito
MARTES – El colmo
Por
fin Diego me dice qué quiere: una tarjeta para no sé qué. Mantenemos por
whatsapp un diálogo de besugos y sólo saco en claro que es una tarjeta para
comprar on line cosas legales y toleradas
Busco
para mamá un libro bonito sobre Galicia. Sólo encuentro guías y poco más.
Cuando me diga que quiere hacer el Camino de Santiago en moto lo tendré más
fácil
Entre
los regalos que me roban y los que tengo que buscar por encargo, me tienen
hasta el colmo, como decía Vicente
MIÉRCOLES – Los recuerdos
Llega
por fin por mensajero el libro milagro. Para ser un libro milagro tiene pinta
de ser un coñazo
Sólo
a mí se me ocurre meterme en el corte inglés a las siete y media de la tarde.
Qué tonterías digo; ojalá se me ocurriera sólo a mí. Me pongo a seguir a un tío
de 2x2 que me va abriendo paso entre la marabunta. Oigo a la gente despotricar
y me río sola pensando en lo tontos que somos. Me río tanto y me atropellan
tanto que por poco me caigo por la escalera del metro
Por
la noche busco en los cajones de papá una foto antigua de los hermanos con un
rey mago. Esa no la encuentro, pero sí otras muchas fotos nuestras y de mamá,
junto con nuestras notas, el libro de familia y muchos recuerdos. Nosotros. Y
Dios. Eso era lo más importante para él. Me acuerdo de que, aunque mamá solía
encargarse de casi todos nuestros Reyes, él siempre nos dejaba algo de su parte:
un libro, un juguete…, algo pequeño y bonito
JUEVES – La cabalgata
Ya
estoy en la calle cuando abren las tiendas. Hoy es una carrera contrarreloj.
Encuentro de milagro la figurita de Star Wars que quiere María. La última. A mi
lado un chico busca la misma. Búscate la vida, muchacho, esto es la guerra
A
las 12 ya hay gente cogiendo sitio para la cabalgata. Perfecto, si están aquí
no están en las colas
Viene
María con sus padres a ver la cabalgata. Creo que no cometo sacrilegio si digo
que es una mierda. Yo no entiendo nada de lo que es todo esto. Horriblísimo
todo. Melchor y Gaspar pasan sin pena ni gloria. Vamos, que no nos hacen ni
puñetero caso, por más que nos desgañitamos gritando sus nombres. Baltasar
nunca decepciona y nos saluda dos veces. Es negro de verdad
VIERNES – El día de Reyes
Me
da pena ya no saltar corriendo de la cama en cuanto me despierto. Los Reyes
fenomenal, como siempre. Una exageración. Llegan todos y es un no parar de
abrir regalos. Quieres ver la reacción de cada uno cuando abre los suyos y es
imposible
En
casa de Vicente los Reyes me traen una caja de música personalizada. Es el
regalo que me hace llorar
Es
verdad, Clarence, ningún hombre con amigos es un fracasado. Tampoco ninguna
persona con una familia como la mía