Hay
trenes que pasan una vez. Otros vuelven a pasar al cabo del tiempo, pero con
otro horario, otro número de asiento u otros compañeros de viaje. Puede que
esta vez tú ya no seas un pasajero, sino alguien que espera en la estación,
viendo pasar los trenes que llevan a otros
Los
chicos se han graduado y en septiembre empiezan la facultad. Su matrícula de
honor, mucho más merecida que la mía. Ellos saben qué tienen que hacer ahora. Estos chicos saben. Yo vuelvo al colegio que dejé hace veinticinco años y me
reencuentro con antiguas compañeras. Las reconozco a todas pero no conozco a
ninguna. Ni me reconozco en la niña que era entonces. Yo sí que no sabía. No
sabía nada
Ha
pasado un año. He vuelto a la estación. A mi vieja calle. A algo que se parece
a un río. Y todo se parece a algo, pero no es. No encuentro mi sitio, siento
que lo tengo todo demasiado visto, y sólo me reconforta el cariño de la gente
querida. Si miro hacia otro lado, vuelvo a ver las telarañas; telarañas en las
barandillas, telarañas entre Buenos Aires y Río de Janeiro, telarañas en las
intenciones
Hay
trenes que pasan una vez
Hay
trenes que no pasan nunca
Es verdad que a cierta edad ya empezamos a tener nostalgia, pero eso no puede hacernos perder la oportunidad de ver los trenes. Hay que tener los ojos y el alma bien abiertos...
ResponderEliminarSí. Y hay días que no son para ver pasar trenes ni para escribir entradas
EliminarEl tiempo pasa rápido, como una corriente que te arrastra ,,, por eso está tan de moda la meditación, etc.pq ni nos paramos a pensar donde estamos y a donde podemos y queremos ir. Quizá hay trenes q se fueron y no vuelven, o quizá vengan otros o quizá ,,, podemos crear oportunidades de q veamos esos trenes ?!...
ResponderEliminarMart
Verdad
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