Pues
resulta que los días en los que tengo el cuerpo para cansancios añadidos hago
mis gimnasias en casa. Ya veis. Tengo unos aparatejos y todo lo hago como Dios
me da a entender. O sea, mal. O puede que no tan mal, porque me han salido unos
musculitos en los brazos que seguro que tienen un nombre, pero a saber. Aunque
no sé ni cómo se llaman yo les he cogido cariño, y no quiero perderlos
El
caso es que a mí hacer gimnasia me aburre muchísmo,
así que me pongo cosas en el ordenador para entretenerme mientras le doy a la
pierna. Cosas como Frozen, Casamos!, un programa de la televisión
de Galicia, o Youtube. Pongo el vídeo de Despacito
y ya que Youtube me vaya llevando a donde quiera. Y ayer me llevó a esto
Es
moñas, muy moñas. Pero tan, tan mono…
Y
sí, me gusta Despacito. Casi un año
oyéndola y no me canso. Imprevisible que es una. O a lo mejor es sólo mal gusto. Me da igual. Despacito foréva