¿Cómo puede el mundo seguir girando, si mi tiempo contigo se paró hace tanto? ¿Por qué tienen que ser tan bellas estas montañas, si tú ya no estás aquí para admirarlas? ¿Cómo se atreve el jazmín a volver a florecer, si tú ya no puedes olerlo? ¿Por qué siguen ahí los caminos de siempre, si tú ya no los puedes recorrer? ¿Quién va a fotografiar toda esta vida que me rodea, si no eres tú?
Y sí, es verdad ; ya sé que yo aún sigo aquí para admirar las montañas, y oler el jazmín, y recorrer estos caminos, y hacer fotos corrientes. También puedo oír cantar a los pájaros, contemplar los amaneceres, y hacer los trabajos que antes eran tuyos. Puedo seguir haciendo todas estas cosas, pero es que quiero hacerlas contigo
Y aquí me tienes. En un agosto triste dentro de un año aún más triste. Sin amigos, sin viajes y sin besos. Sin la paz de antes. Sin las fuerzas de antes. Sin las ganas de antes
Y sin ti
Lo siento, no lo había leído. Pero es que si llego a leerlo el 26 da agosto no habría parado de llorar en todo el día, estaría aplastada por la tristeza. Ese día está marcado, no puede ser alegre, no me deja. Y sí, un año triste, pero infinitamente menos que 1996. Si todos acabamos el verano, no es triste. Y sé de qué hablo
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