Para
ti, lectora, que vives medio empanada, y que sé que te gustan estas cosas. Para
ti, que eres prácticamente la única que me hace comentarios, sositos, pero
comentarios al fin y al cabo. Esta entrada de domingo lluvioso por fin, lectora,
te la dedico.
Septiembre
es época de bodas, pero a mí no me invitan a ninguna. Y eso me cabrea. Tengo
que consolarme con aquellas a las que van los famosos. Pero en esas no me dan
de cenar. Y eso también me cabrea. He cenado a las siete y media y tengo
hambre. Me estoy desviando. Cuanto antes me acueste, antes llegará la hora de
desayunar. Al lío
Este
finde se han casado un Bohórquez y una Domecq, o un Domecq y una Bohórquez. No
sé, es lo mismo. Todos son familia. Típica boda de jerezanos con pasta, señoritos
andaluces, mucho pijo, mucho Roberto Diz y tocados y pamelas a cascoporro. La típica
a la que yo mataría por ir, vamos.
Estos
son los novios. Él no sé se es viejo prematuro o viejo sin más. Ella es muy
previsible. Sólo puedo darles un consejo: cuidado con la alfombra
No hace falta ser muy espabilado para adivinar que las Osborne tenían que estar ahí. Estas
también son muy típicas; las típicas que creen que chorrean tanto estilo que se
pueden poner cualquier cosa. Pero las pobres viven en la confusión perpetua
Otra
del clan. Si vas tuneada tal que un maniquí de Dior de los 50, no poses delante
de un bar, una furgoneta y un termómetro, todas cosas demasiado prosaicas. Tan
prosaico como ponerte al lado de una tía vestida con un saco. Si lo haces,
hazlo bien. Aunque se agradece que se haya tapado la cara
Esta
es lo que se llama una boda fina. De estas fina, pero fina, fina. No un
bodorrio, no. No, no; una cosa distinguida, refinada y elegante. Una boda de
Telva Novias. Pues ojo, pestaña, que la vista engaña
Hoy me caso, estoy nerviosito. Por favor tócame el pito
Pura poesía
¡Gracias, chata! La alfombra, cutre, cutre. La de la izquierda de la foto, que va envasada al vacío, se la pega, seguro. Eugenia Osborne creía que iba a ponerse en la esquina de la calle Montera, se confundió, y los guantes de piel con 40 grados, muy necesarios. Y su hermana.... ¿no tenía más cosas para echarse encima? Con lo fácil que es ir mona midiendo 1,80. Ganas de complicarse...
ResponderEliminarNosotras semos catetas y no apreciamos su estilo, que no te enteras
EliminarJa, ja, ja ... tienes razón.
ResponderEliminarLo sabía
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