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domingo, 21 de septiembre de 2014

COSA FINA



Para ti, lectora, que vives medio empanada, y que sé que te gustan estas cosas. Para ti, que eres prácticamente la única que me hace comentarios, sositos, pero comentarios al fin y al cabo. Esta entrada de domingo lluvioso por fin, lectora, te la dedico.

Septiembre es época de bodas, pero a mí no me invitan a ninguna. Y eso me cabrea. Tengo que consolarme con aquellas a las que van los famosos. Pero en esas no me dan de cenar. Y eso también me cabrea. He cenado a las siete y media y tengo hambre. Me estoy desviando. Cuanto antes me acueste, antes llegará la hora de desayunar. Al lío

Este finde se han casado un Bohórquez y una Domecq, o un Domecq y una Bohórquez. No sé, es lo mismo. Todos son familia. Típica boda de jerezanos con pasta, señoritos andaluces, mucho pijo, mucho Roberto Diz y tocados y pamelas a cascoporro. La típica a la que yo mataría por ir, vamos.

Estos son los novios. Él no sé se es viejo prematuro o viejo sin más. Ella es muy previsible. Sólo puedo darles un consejo: cuidado con la alfombra



No hace falta ser muy espabilado para adivinar que las Osborne tenían que estar ahí. Estas también son muy típicas; las típicas que creen que chorrean tanto estilo que se pueden poner cualquier cosa. Pero las pobres viven en la confusión perpetua




Otra del clan. Si vas tuneada tal que un maniquí de Dior de los 50, no poses delante de un bar, una furgoneta y un termómetro, todas cosas demasiado prosaicas. Tan prosaico como ponerte al lado de una tía vestida con un saco. Si lo haces, hazlo bien. Aunque se agradece que se haya tapado la cara



Esta es lo que se llama una boda fina. De estas fina, pero fina, fina. No un bodorrio, no. No, no; una cosa distinguida, refinada y elegante. Una boda de Telva Novias. Pues ojo, pestaña, que la vista engaña


Hoy me caso, estoy nerviosito. Por favor tócame el pito 

Pura poesía





4 comentarios:

  1. ¡Gracias, chata! La alfombra, cutre, cutre. La de la izquierda de la foto, que va envasada al vacío, se la pega, seguro. Eugenia Osborne creía que iba a ponerse en la esquina de la calle Montera, se confundió, y los guantes de piel con 40 grados, muy necesarios. Y su hermana.... ¿no tenía más cosas para echarse encima? Con lo fácil que es ir mona midiendo 1,80. Ganas de complicarse...

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    1. Nosotras semos catetas y no apreciamos su estilo, que no te enteras

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  2. Ja, ja, ja ... tienes razón.

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