Para
todos esos que se quejan de que lo de fuera siempre nos parece mejor que lo
patrio, y que solemos ser más indulgentes con la mierda yanqui que con la
propia, pues mira, va a ser que no. Un mojón es un mojón, aquí y en Chicago.
No
sé qué salvar de la gala de los Oscar de este año. Los modelitos son el sopor,
los ganadores son el posvale y los números musicales el WTF. No tengo palabras.
Sí algunas imágenes. Pero supongo que estaréis hasta el pirri de ver a Lady Gaga
con el mistol. Por allí andaban Monica Lewinsky y una muchacha con una fregona
en la cabeza, las cuales me devuelven rápidamente a la Gaga con el fairy. Digo…
el mistol. No, dudo que tuvieran algo que ver
Pobre
Lady, ¿no? Que no sólo saber ser una notas, que también canta un poco. Así como muy
intensa, pero cantar, canta
Y,
para terminar, una cantante más nuestra. Que os digo yo que la Monroy no tiene
nada que envidiar a la Kardashian, andaqueno. A la pobre no la dejaron entrar
en los Oscar con su banderica. Ni sin ella. Eso seguro que aquí no pasaba. Aquí
la dejarían entrar. A ella. A la bandera, ni soñarlo
¿Cómo hemos quedado, entonces? Oscar, mojón – Goya, mojón y medio. ¿Veis? Ganamos por medio