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viernes, 13 de febrero de 2015

BUENAS PIEZAS



Y otra vez me vuelve a pasar. Ser buena no me trae nada bueno. Dicen que al final siempre nos llega la recompensa. ¿Al final? ¿Al final de qué? Yo la quiero ahora. Y eso en el caso de que esa máxima sea cierta.

Porque hay gente egoísta, rastrera, deshonesta e interesada a la que le va muy bien, oye. Gente que en su vida ha movido un dedo por nadie y le sale todo como quiere. Por eso, por mucho que nos cuelguen cartelitos chupiguayoptimistas en las redes sociales, no, no creo en la teoría de la recompensa.

¿En qué creo, entonces? Creo que puedes hartarte de que nadie se porte contigo como tú lo has hecho con ellos, de que se premie a los sinvergüenzas, de que la bondad y la honradez no sean valores apreciados. Puedes hartarte y decidir mirar más por ti mismo y que les den a todos esos. Puedes decidirlo, puedes hacerlo un día, dos, pero al tercero te despistarás y volverás a tu ser. El de malo no es un papel que se pueda interpretar. Nuestros sentimientos son los que nos salen del corazón, y ahí no mandamos.

Vale, ¿y qué hacemos? ¿Qué hago yo? ¿Me comporto peor con la gente para que el chasco que me vaya a llevar luego no sea tan grande? ¿Empiezo desde mañana a ser una “malota”? ¿Y quién sería yo entonces? Yo, no. ¿Ellos? No quiero. ¿Seré capaz de seguir siendo yo en una versión más espabilada? Dúdolo. A mí me toman el pelo hasta por teléfono; ni verme la cara necesitan.

Pero, ¿qué pasa si no quiero cambiar eso? ¿Qué pasa si estoy orgullosa de esa parte de mí aunque casi todo lo que reciba sean palos? ¿No hay ya demasiadas personas con malos sentimientos? Los buenos tienen la obligación de seguir siendo buenos.

Dice el dicho que la razón para que el mal triunfe es que los hombres buenos no hagan nada. Vaya responsabilidad, ¿no? Por un momento he pensado que a lo mejor no hace falta hacer nada, sino sólo ser. Pero conozco un buen puñado de personas que tienen buen corazón pero…, que en el fondo son buenos, pero…, buenazos, pero… Claro que todas las personas buenas hacen a veces cosas malas, pero la bondad no se puede quedar en el corazón; tiene que salir por las manos, por la boca, por los ojos. Si no, sirve de poco.

Vosotros, los buenos que sufrís porque la vida os da la espalda, sabed que este mundo loco os necesita


8 comentarios:

  1. Al final, uno es como es, no puedes cambiarlo.
    Si no te sale ser malo, cuesta mucho, hay que ensayar y a veces ni siquiera así.

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    1. Lo que hay que ensayar no es ser malo, sino ser un poco egoísta. Malacostumbramos a la gente y al final parece que no tenemos derecho a nada

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  2. Hoy ha tocado post serio. Es muy difícil actuar de una forma distinta a como eres. Lo importante es estar a gusto con uno mismo, tener la conciencia tranquila. ¿Por eso soy tonto? Pues bueno....

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    1. Yo creo que no he dicho nada de ser tonto. Lo que pasa es que hay muchísima gente que no entiende la bondad y la confunde con la idiotez. Y, además, se aprovechan de la bondad de los demás, y ahí es cuando el bueno parece tonto

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  3. Cómo te entiendo. Soy de la opinión de que la bondad es una virtud socialmente mal vista, ya sabes la frase, es tan bueno que parece tonto. Recuerdo en mi juventud una revista que compraban en casa, todas las semanas aparecía un cuestionario de preguntas cortas a algún famoso, una de ellas era "la virtud que más admiras", nadie respondió jamás la bondad, sin embargo a mí me parece una virtud extraordinaria.

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    1. Tienes toda la razón. Yo creo que es lo que más admiro en una persona; la bondad me puede. Y es verdad, no suele ser algo que importe a la gente, ni que valore. Y en parte es porque es difícil de encontrar y, cuando se encuentra, es difícil de entender.
      Por cierto, ¿la revista era el Blanco y Negro?

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  4. Muy bueno el.post, me.siento.identificada..... Y entiendo muy bien lo.que comentas. Es que es eso, si una persona es buena lo lleva inherente, no lo va a poder Cambiar, quizá si debe de aprender de la experiencia de las cosas que le vayan pasando y poner Ciertos límites en volcarse quizá demasiado en según.qué personas y situaciones. Yo también tengo la sensación de no recibir recompensa, ánimo... valoro mucho que la persona sea buena pues no.es que Hayan demasiadas,,,

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    1. Así es. La manera de enfrentarse a la gente sucia, porque hay muchas personas sucias, no es ensuciándome yo también, sino apartándome para que no me salpiquen.
      ¡Gracias!

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