Y
otra vez me vuelve a pasar. Ser buena no me trae nada bueno. Dicen que al final
siempre nos llega la recompensa. ¿Al final? ¿Al final de qué? Yo la quiero
ahora. Y eso en el caso de que esa máxima sea cierta.
Porque
hay gente egoísta, rastrera, deshonesta e interesada a la que le va muy bien,
oye. Gente que en su vida ha movido un dedo por nadie y le sale todo como
quiere. Por eso, por mucho que nos cuelguen cartelitos chupiguayoptimistas en
las redes sociales, no, no creo en la teoría de la recompensa.
¿En
qué creo, entonces? Creo que puedes hartarte de que nadie se porte contigo
como tú lo has hecho con ellos, de que se premie a los sinvergüenzas, de que la
bondad y la honradez no sean valores apreciados. Puedes hartarte y decidir
mirar más por ti mismo y que les den a todos esos. Puedes decidirlo, puedes
hacerlo un día, dos, pero al tercero te despistarás y volverás a tu ser. El de
malo no es un papel que se pueda interpretar. Nuestros sentimientos son los que
nos salen del corazón, y ahí no mandamos.
Vale,
¿y qué hacemos? ¿Qué hago yo? ¿Me comporto peor con la gente para que el chasco
que me vaya a llevar luego no sea tan grande? ¿Empiezo desde mañana a ser una “malota”?
¿Y quién sería yo entonces? Yo, no. ¿Ellos? No quiero. ¿Seré capaz de seguir
siendo yo en una versión más espabilada? Dúdolo. A mí me toman el pelo hasta
por teléfono; ni verme la cara necesitan.
Pero,
¿qué pasa si no quiero cambiar eso? ¿Qué pasa si estoy orgullosa de esa parte
de mí aunque casi todo lo que reciba sean palos? ¿No hay ya demasiadas personas
con malos sentimientos? Los buenos tienen la obligación de seguir siendo
buenos.
Dice
el dicho que la razón para que el mal triunfe es que los hombres buenos no
hagan nada. Vaya responsabilidad, ¿no? Por un momento he pensado que a lo mejor
no hace falta hacer nada, sino sólo ser. Pero conozco un buen puñado de
personas que tienen buen corazón pero…, que en el fondo son buenos, pero…,
buenazos, pero… Claro que todas las personas buenas hacen a veces cosas malas,
pero la bondad no se puede quedar en el corazón; tiene que salir por las manos,
por la boca, por los ojos. Si no, sirve de poco.
Vosotros,
los buenos que sufrís porque la vida os da la espalda, sabed que este mundo loco
os necesita
Al final, uno es como es, no puedes cambiarlo.
ResponderEliminarSi no te sale ser malo, cuesta mucho, hay que ensayar y a veces ni siquiera así.
Lo que hay que ensayar no es ser malo, sino ser un poco egoísta. Malacostumbramos a la gente y al final parece que no tenemos derecho a nada
EliminarHoy ha tocado post serio. Es muy difícil actuar de una forma distinta a como eres. Lo importante es estar a gusto con uno mismo, tener la conciencia tranquila. ¿Por eso soy tonto? Pues bueno....
ResponderEliminarYo creo que no he dicho nada de ser tonto. Lo que pasa es que hay muchísima gente que no entiende la bondad y la confunde con la idiotez. Y, además, se aprovechan de la bondad de los demás, y ahí es cuando el bueno parece tonto
EliminarCómo te entiendo. Soy de la opinión de que la bondad es una virtud socialmente mal vista, ya sabes la frase, es tan bueno que parece tonto. Recuerdo en mi juventud una revista que compraban en casa, todas las semanas aparecía un cuestionario de preguntas cortas a algún famoso, una de ellas era "la virtud que más admiras", nadie respondió jamás la bondad, sin embargo a mí me parece una virtud extraordinaria.
ResponderEliminarTienes toda la razón. Yo creo que es lo que más admiro en una persona; la bondad me puede. Y es verdad, no suele ser algo que importe a la gente, ni que valore. Y en parte es porque es difícil de encontrar y, cuando se encuentra, es difícil de entender.
EliminarPor cierto, ¿la revista era el Blanco y Negro?
Muy bueno el.post, me.siento.identificada..... Y entiendo muy bien lo.que comentas. Es que es eso, si una persona es buena lo lleva inherente, no lo va a poder Cambiar, quizá si debe de aprender de la experiencia de las cosas que le vayan pasando y poner Ciertos límites en volcarse quizá demasiado en según.qué personas y situaciones. Yo también tengo la sensación de no recibir recompensa, ánimo... valoro mucho que la persona sea buena pues no.es que Hayan demasiadas,,,
ResponderEliminarAsí es. La manera de enfrentarse a la gente sucia, porque hay muchas personas sucias, no es ensuciándome yo también, sino apartándome para que no me salpiquen.
Eliminar¡Gracias!