Vistas de página en total

lunes, 27 de octubre de 2014

OCUPADO



Cuando estaba a un paso de perder la fe en el género humano, algunas personas que he tenido la oportunidad de conocer últimamente me la han devuelto un poquito. Y cuando digo género humano, me refiero a esos individuos que, sin mediar palabra ni hecho alguno, pasan de ser amigos o amiguetes a sitevistonomeacuerdo.

Puede empezar por un correo sin responder, un “cuando vuelva del viaje quedamos” dicho hace año y medio, o un whatsapp de “¿te viene bien el jueves?” que jamás tuvo contestación. Yo, como de vez en cuando me gusta dar un voto de confianza a la gente, lo primero que pienso es que se han muerto. Tenemos una relación tan normal y de repente nunca más se supo, no puede querer decir otra cosa más que la ha palmado. Eso, o que ha tenido un accidente o que su padre se encuentra entre la vida y la muerte. Fatalismo preservador de la amistad, lo llamo.

Y aquí es donde entra en escena ese gran invento llamado WhatsApp, con sus foticos y sus frases que a veces tanto nos definen. Porque resulta que el que estabas segura de que estaba muerto, está de parranda perpetua. Que la que tenía que volver de viaje no sufrió un naufragio fatal, sino que, no sólo volvió, sino que volvió, se volvió a ir, pasó por la playa, se echó novio y hace poco ha estado recogiendo setas. La otra tiene ya tantos hijos que no caben todos en la foto. Y la que siempre te llora, esa que es la más desgraciada del mundo, se hace cada día una foto en un sitio distinto, la llorona de mierda.

En el tiempo en el que tú estás esperando que tengan un día para quedar, ellos han salido doscientas cincuenta y siete noches, han viajado a dos continentes, han cambiado ocho veces de foto de perfil, se han hecho tres preguntas retóricas, han preparado nueve tartas, se han casado una vez, te han dicho dieciocho veces que disfrutes del día, se han tomado cuatro helados, dos chuletones y una paella, se han comprado un perro, se han hecho catorce selfies y han tenido dos hijos.

Y después de escribir esto lo entiendo todo. Tengo que ser comprensiva. Por supuesto que no tienen tiempo para mí; mantener el WhatsApp actualizado es un trabajo a tiempo completo.

Que me perdonen si encuentran un hueco

6 comentarios:

  1. En esos casos, lo mejor es borrar el contacto. Y no mirar su Facebook

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Tú puedes borrar los contactos de whatsapp? Yo no. De todas formas, tampoco es que sea un novio que me ha dejado. Vamos, que melapé

      Eliminar
  2. Si es que estamos muy ocupados. Ocupados en tonterías, claro.

    ResponderEliminar
  3. A mi me da pena,,,,el ver que no tienen tiempo Pq tiempo.si se quiere se saca,no importa cuanto, sino más bn que sea de calidad. Las redes sociales si se usan con.equilibrio está bien, pero es Q igual pedir equilibrio en los tiempos Q corren.es demasiado utópico aunque para mi no hay excusa. El egoísmo o egocentrismo parece que impera, aunque no todo el mundo es así. Que hay pocos valores si es verdad y Q la. Gente va muy a su.bola también,,, Te entiendo perfectamente,,,, un.abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un abrazo a ti también, Marta. Mira, hay que ver a la gente que nos rodea como un buffet libre, y elegir sólo la que nos guste

      Eliminar