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viernes, 19 de diciembre de 2014

HASTA LOS ANDARES



De la serie “Cómo convertir… “ (no la busquéis, porque empieza y termina hoy), hoy os ofrezco el capítulo “Cómo convertir una fiesta Frozen en un árbol de Navidad”.

Por una de esas cosas que tiene la vida, tu sobrina cumple 9 años, y te dice que, como a ti te gusta tanto preparar fiestas, pues a lo mejor, si tú quieres, pues que podrías preparar una fiesta sorpresa para su cumple. Tú le dices que pa ná. Pero como eres una blanda, en tres días ideas una de tus fiestas súper low cost, te recorres once chinos, dos partyfiesta, tres supermercados y una casa buscando qué puedes reciclar de anteriores celebraciones. Y este es el resultado



Al cabo de unos días, llega el momento de poner el árbol de Navidad. Cada año me gusta hacer algo diferente, pero ya no tengo espacio en cajones y armarios para más adornos. Vaya, los restos de la fiesta Frozen llevan ahí diez días. Miro el árbol. Miro los copos de nieve. Árbol. Copos de nieve. Adjudicado. Añades otros adornos que ya tenías, los troncos de la fiesta de otoño, les espolvoreas por encima la nieve y queda tal que así


Y un plus. Las dos flores gigantes, junto con otras dieciséis, sirvieron de centros de mesa de la comida de Navidad de la Fundación Amics de la Gent Major, de la que soy orgullosa voluntaria


 

2 comentarios:

  1. ¡Qué chulo todo! Y barato a más no poder. ¡Viva el reciclaje con imaginación! Y qué pena que en la foto del cumple de Frozen no salga la cara de tu sobrina al verlo

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    1. ¡Muchas gracias! :) La pobre no reaccionaba; abría la boca, se abrazaba a mí, volvía a quedarse sin palabras, se volvía a abrazar y sólo (¡sólo!) le salió un "gracias"

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