Hoy
me he enterado de que una amiga ha vendido por internet la noria de las
Barriguitas y unas cuantas idem. Y, aunque ha pagado la novatada porque luego
se ha enterado de que podía haber pedido muchísimo más, oye, que se ha sacao
una pasta. El caso es que yo he pensado inmediatamente en mi tiovivo y en las
cuatro Barriguitas que sobreviven en mi maletero. Y cuando digo maletero quiero
decir un lugar muy secreto, así que no vengáis a robarme, que os veo venir.
¡Pero
es que me da cosica! ¿Cómo voy a vender mis Barriguitas blanca, negra, china y
hada del bosque? ¿Y ese tiovivo en perfecto estado de conservación, con su
música intacta y su caja original? Por no hablar del tacatá, la cuna y el cuco
con funda, todo listo para empezar a jugar. ¿Por 300 euros negociables voy a
vender parte de mi infancia? ¿Parte de mis recuerdos más preciados? ¿Lo que me
ha ayudado a llegar a donde estoy hoy? No, señores, no, a mí aún me queda
dignidad
¡¡¡Qué monas eran!!!
ResponderEliminarSon. Eran. De momento son. De momento
EliminarEn Todocolección venden hasta los asientos sueltos...Me encantaban las barriguitas.
ResponderEliminarTodocolección. Me lo apunto
ResponderEliminarSeñora Bailey:
ResponderEliminarSeguramente no es el caso de su amiga, pero que sepa que puede ofender a muchas personas con su comentario sobre la dignidad, pues, lamentablemente, hay mucha gente que tiene que renunciar a su dignidad y vender mucho más que sus recuerdos de infancia para poder llevarse a la boca un trozo de pan.
Desgraciadamente la vida no es de color de rosa como parece que usted la ve continuamente.
Un saludo.
Señor Anónimo:
EliminarAntes de ponerse a leer mi blog, cosa que, por otra parte, no sé por qué hace si tanto le disgusta, debería aprender a entender la ironía.
¡No me diga que la vida no es de color de rosa! Esto sí que no me lo esperaba. Estoy traumatizada
Adiós