Estoy
harta de tener que justificarme. Harta de la gente cuadriculada. De los que no
son capaces de ver más allá de sus narices. De los que, sin conocerme, me dicen
lo que tengo que hacer. Y me llaman rara. Soy rara porque no vivo como ellos. Porque
no actúo como ellos. Porque no hago lo que “toca”.
No
me interesa tu vida. Ni se me ocurriría decirte cómo tienes que vivirla. Has
hecho lo que se esperaba de ti. Enhorabuena. Pero no tienes nada que ver
conmigo. ¿Me conoces? ¿Me conoces de verdad? ¿Me tienes cariño? ¿Me quieres?
Pues te callas. Y no me trates con condescendencia. No soy gilipollas.
Muchas
personas podrán darme lecciones, pero yo elijo de quién quiero aprender
Cada uno debe vivir su vida como mejor le parezca.
ResponderEliminarY uno es uno y sus circunstancias
Eliminar