A
los que siguen creyendo, a las ciudades bonitas en verano y en invierno, a los
que empiezan, a las rosas amarillas, a los niños, a los que nos devuelven la
fe, a los que están en silencio, a los que cantan por cantar, a los ríos, a la
comida sencilla, a los que ríen a carcajadas, a los que bailan, a los rayos de
sol, a los libros, a las casitas de chocolate, a los que aman, a los que
lloran, a los que dejan vivir, al cine, a la música, a lo nuestro, a la lluvia,
a los que no lo saben todo, a las montañas, a la tierra, a los invisibles, a
los viajeros, a las fiestas porque sí, a los que comprenden, a los que se salen
del camino, a los que visten aseado, a los que cuidan de
otros, a los que se ilusionan, a los abrazos calentitos, a los que nunca piden
nada, a los que charlan, a los que vuelven, a los pobres pero honrados, a los
que no quieren hacer daño, a los que tienen miedo, a mi casa, a mí
Feliz
Año Nuevo
Pues a todos ellos, a ti y a los que coincidimos en este blog ¡feliz Año Nuevo!
ResponderEliminar¡Gracias, Currita!
EliminarPor cierto, lo vomité todo al tuntún y me faltaron cosas. Pero no lo cambio
He llegado aquí por casualidad, pero ha sido un gratificante descubrimiento, porque me ha encantado este post. Te felicito por él. :-)
ResponderEliminarPues muchísimas gracias, de verdad. Me alegro de que la casualidad te trajera hasta aquí :)
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