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domingo, 25 de diciembre de 2016

CUENTO DE NAVIDAD



En Belén ha caído una gran nevada. Sólo unos pocos conejos se atreven a salir de sus madrigueras, aprovechando que el granjero ha descuidado sus zanahorias. El lago se ha helado, y el pescador decide quedarse en casa, junto al fuego. Igual que el pastor, para quienes las ovejas son su mejor compañía. O el aguador. Algunos piensan que no hay nada ahí fuera por lo que merezca la pena salir de sus refugios

Pero a la mayoría no le asusta la nieve. Son aquellos que saben que algo grande está pasando. Tienen que salir a ver, tienen que salir a compartir una gran alegría con otras personas. Y desafían al frío porque el amor que trae ese Niño les dará la única esperanza de calor en un día helado. Es la gente que no tiene miedo de amar, que no tiene miedo de dar; gente pobre que sabe muy bien dónde está la felicidad, gente valiente que sabe quién es, y que su principal valor está en ellas mismas

Vienen de todas partes; unos de aquí al lado, otros de lejos, de muy lejos. Dos de nuestros visitantes se conocieron tres jornadas de camino atrás. Uno de ellos vio que su compañero de viaje, un hombre con la cabeza tan redonda como el resto de su cuerpo, iba dando todos sus bienes a personas que él creía que los necesitaban más. Así, a lo largo del camino, se fue quedando sin mula, sin provisiones, sin abrigo, y sin un cerdo cebado que era su mayor orgullo. Lo único que conservó fue un cesto de fruta, como presente para ese Niño cuyo nacimiento les había sido anunciado

Y el otro hombre no le preguntó quién era, ni de dónde venía, ni cuánto dinero llevaba en el bolsillo, ni en qué creía. Tampoco dejó que nadie le hablara de él. Simplemente vio que hacía el bien. Vio que en sus ojos, en sus palabras, en sus manos, había amor. Y había muchas cosas que no sabía, pero sí sabía distinguir a un hombre bueno. Y desde ese día lo llamó amigo

Juntos llegan a adorar al Niño. Y juntos se dan cuenta, al ver a aquel pequeño que ha nacido más pobre que ellos, de que el amor es lo único que puede salvarnos.

En un mundo tantas veces frío y hostil, Él es la vida. La paz que calma nuestros miedos. La luz en la oscuridad
 
 

2 comentarios:

  1. ¡Qué bonito! Hoy me ha llegado un video precioso, un salesiano, junto a cinco chicos, que ha resistido en Alepo, felicitándonos la Navidad y diciendo que siempre hay esperanza. Y la esperanza les viene del Niño que ha nacido.
    Si ellos lo dicen, imagínate.

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