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viernes, 23 de diciembre de 2016

DIARIO DE UNA NAVIDAD. 2ª PARTE



SÁBADO.- La comida

Me paso la noche con un ojo abierto oyendo llover y caerse cosas por el viento. Da miedo. Tengo muchas ganas de levantarme a las siete

El portero me ayuda a meter en el taxi los cinco bolsones con la decoración para la comida. Justo bajo en el momento de mayor vendaval, cinco flores salen volando y las pierdo. Falta poco para que el taxista cierre la puerta del maletero con mi cabeza dentro. Y yo sólo quiero volver a meterme en la cama

La comida bien. Me las arreglo para que ninguna mesa se quede sin su centro. Por narices. Subo al escenario pero hay prisa y mis palabras se las lleva el viento. Literal. Entre mi voz de perro y ese micrófono odioso no sé ni lo que digo. Otra oportunidad perdida de convertirme en estrella

DOMINGO.- El trancazo

Estar enferma es un asco. Siento que estoy perdiendo el tiempo y me pongo de mal humor. Lluvia y viento, lluvia y viento

Vuelvo a ver Arsénico por compasión, empiezo a leer otro libro sobre el Camino de Santiago y veo un programa de la televisión gallega sobre la fiesta del marisco no sé dónde. Me apetecen mejillones

Bajo las cajas del Belén. Ya no sé qué hacer. Me aburro como una mona

LUNES.- Los Christmas

Hoy recibimos dos Christmas. Bueno, no, uno, que el de Cáritas no cuenta. Diego se extraña de que llamemos Christmas a las felicitaciones de Navidad, dice que nunca lo había oído. El inglés que no es inglés que se hablaba en mi época moza

Por la tarde acudo a la llamada del deber. El placer sigue sin dar señales de vida

Pendientes de la gota fría en Alzira. Se agradecen las llamadas de preocupación

MARTES.- El Belén

Termino de poner el Belén. Sólo me falta rematar alguna cosita. No me termina de gustar. Muevo un árbol, recoloco a dos aldeanos, pongo un poco más de musgo y está mucho mejor. En el Belén, como en la vida, cada figura tiene su sitio. Sólo hay que moverse hasta encontrarlo

Mamá dice que tengo los ojos mortecinos. Me siento como la heroína de una novela de Jane Austen. No. Como la pariente de salud delicada de la heroína. Esto lo arreglo yo con una temporada en Bath

 
MIÉRCOLES.- Los amigos

Alguien metió la pata hablando de mis reyes y tengo que salir del paso como puedo con María. Creo que está en ese momento en el que, a pesar de la evidencia, quiere seguir creyendo. Y no seré yo quien le diga la verdad. Al fin y al cabo, yo también sigo creyendo

Como con mis amigas y tomo algo con Rafa. De las dos reuniones tengo que irme corriendo para ir a hacer cosas menos importantes que charlar con amigos. Los trajines navideños me están confundiendo

JUEVES.- La lotería

Sólo me devuelven cuatro euros de una papeleta de una falla. Se la compré el otro día a un taxista. No sé ni dónde cae la calle ni lo pienso averiguar. Todo a la basura

Ayer hizo quince años y hoy diecisiete desde que tres longanicitas pelonas vinieron a mejorar el mundo. Hoy son tres muchachos con pelos en las piernas que siguen mejorando este mundo

Y recuerdo aquel día de Navidad, en el que mamá, Vicente y yo comimos en la cafetería del hospital. Fue una gran Navidad

4 comentarios:

  1. Una odisea ��, bueno quitando la cataplasma que te pillaste. Seguro que esa voz de perro no era tal. Y la sorpresa de hace 17 años .. aissss��. Por cierto Gracias por hacer revivir mi Navidad!��

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  2. El Belén quedó precioso. Ya casi no se reciben felicitaciones de Navidad, yo estoy sorprendida porque este año me hayan llegado seis (sin contar las de asociaciones), seis personas que se han sentado a escribir una felicitación en 2016 ¡todo un récord!.
    Además de Navidad, para nosotros son días de celebraciones de cumpleaños. La mejor lotería (de la otra, también todo a la basura).

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