Vistas de página en total

jueves, 1 de agosto de 2013

¿PERO QUÉ INVENTO ES ESTE?



Habréis oído hablar de una trilogía de libros que empieza con En el país de la nube blanca, sobre unas inglesas que emigran a Nueva Zelanda y les pasan cosas culebroneras. Bueno, el caso es que estos libros son bastante conocidos, best sellers y el no va más de los novamases.

Pues bien, acabo de leer el primero, el de la nube blanca, y tengo varias cosas que decir al respecto. La primera es que si os gustan los bodrios, este no es vuestro libro. Si os gustan las boñigas de elefante rebozadas en hongos de pies y pus, este sí es vuestro libro.

La perpetradora de este truño es una alemana que se hace llamar Sarah Lark. Este no es su verdadero nombre; lo comprendo, si yo escribiera esta clase de mierdas (no lo hago, ¿verdad?) no querría que nadie supiera quién soy. Pero esa no debe de ser la razón de utilizar un seudónimo, porque en la contraportada del libro está su foto y toda su vida, y creo que hasta su nombre real. Y vive en España, así que podéis acercaros a que os devuelva el dinero. Y lo que surja.

Como he dicho, el argumento tiene todos los tópicos de un mal culebrón: dos que se casan sin estar enamoradas, una tiene una hija con otro, rencillas entre dos familias, el hijo de una se enamora de la nieta de la otra, luego se matan entre ellos (pero sólo los malos, por supuesto), y los maoríes poniendo el toque exótico. Pasan algunas desgracias, que, obviamente, se merecen todos los personajes. Por gilipollas. Algunos se mueren; se nota que la tolai esta intenta emocionar, pero lo único que consigue es que desee que se mueran todos de golpe y acabar con esto de una vez.

Situaciones que no hay quien se las crea. Conversaciones que escribiría una niña de ocho años fan de Violetta y medio lerda. Comportamientos absurdos y ridículos. Bostezos y más bostezos.


En resumen, un panfleto que rezuma catetez por los cuatro costados, y que, por momentos, me ha puesto bastante nerviosa. No da ni vergüenza ajena, más bien provoca malestar. Y la traducción al español es igual de patética.


Sarah Lark, o como se llame, es usted una tonta con suerte



2 comentarios:

  1. Lo malo no es que lo escriba, lo malo es que la gente pague por ello y, encima, lo lea. Y, encima de encima, tenga éxito. Te da prueba del nivel.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Simplemente una buena campaña de marketing, la gente lo compra y, le haya gustado o no, el dinero ya lo ha soltado. No quiere decir que por vender 200.000 ejemplares, haya 200.000 personas que lo volverían a comprar

      Eliminar