DOS CHICAS DE REVISTA

Es muy normal ver por la calle a chicas disfrazadas de Sara Carbonero. Y a otras que se nota a la legua que antes de vestirse se han pasado por el blog de Paula Echevarría. Dos mozas icono de moda para muchas chicas sin personalidad y con mal gusto. Y es que no hay etiqueta de it girl que valga; el pelo de la dehesa es imposible de esconder.

Con el collar que puse el otro día. Con flecos y directa al rodeo

Este par, Sara y Paula, son dos paletas de cuidado. Mientras las viste una estilista, y si no las oyes hablar, medio lo disimulan. Pero cuando se visten ellas…uf, sube el pan. Paulita se echa todo encima. Gafas de cristal verde con pantalones boyfriend, sudadera de tigre, chaqueta de estampado navajo, maxicollar, bolso con flecos, zapato dorado y foulard de print animal. Con razón se hace quince fotos de cada look, para poder enseñarlo todo. Si algo se lleva, la muchacha lo tiene. Ahora, si no la ves en el blog, sino en algún sarao (o evento, que da más categoría) te puede parecer hasta fina. Ahí es cuando la estilista se gana el pan y es capaz de convertir a una cateta en alguien estilosillo. Lo que pasa es que luego vuelves a verla “de calle”, ves cómo viste a la hija, el marido que tiene y cuando dice cosas tipo “mi niña adora a su papa (así, sin acento)”, y ya no le ves tanto parecido con Alexa Chung.

En cuanto a la otra, digamos que su especialidad son las botas tipo cowboy. Y se las pone con vestido, pantalón, minifalda, pijama y traje de buzo. Esa es su aportación al mundo de la moda de la adolescente despistada española. Gracias a Dios no tiene blog, así que al menos tiene el buen gusto de no torturarnos con saña. La pobre cree que por cortarse el pelo va a crear tendencia, pero no la culpo, porque la realidad es que la crea. Echad una ojeada al ciberespacio si aún no sabéis en qué mundo vivís. En cuanto a su nivel de catetismo, pues es bastante alto, como el de su novio más o menos. Por ejemplo, ella va a las bodas tal que así

Pobres, al fin y al cabo son inofensivas. Y lo que me pasa es que les tengo mogollón de envidia. Y tal