SALACADULA CHACHICOMULA

Me meo con el caso de la pitonisa y un ex presidente del Castellón, un tal Laparra. El tarao este, cuyo cerebro está donde indica su apellido, entró por la fuerza en la casa de la bruja Avería, para exigirle que le devolviera los 165.000 € que le había timado por un supuesto conjuro de amor. Se ve que el descerebrado quería ganarse el amor de una churri, y no se le ocurrió nada mejor que acudir a una hechicera, la cual, por el módico precio de casi 30 millones de pesetas le cuenta un conjuro infalible.

Parece ser que este idiota de manual tenía que poner unas flores en agua durante 40 días y después lavarse con ella. Luego tenía que coger tierra de un cementerio y restregársela por todo el cuerpo (esto lo cuento por si alguien lo quiere hacer. Es gratis). Menuda mierda de ritual, dicho sea de paso; ni ojos de sapo, pelos de cuervo, uñas de gato o testículos de murciélago. Seguro que lo sacó de google. Aficionada. El caso es que él dice que el ritual no surtió efecto, y la pitonisa alega que es que no lo hizo como ella le dijo (típica excusa de pitonisa). Puede ser que no echara bien las cuentas y no tuviera las flores en agua 40 días, sino 39. O que se dejara alguna parte del cuerpo fuera del refrote con la tierra del camposanto. Se deja una pasta y luego lo hace mal. Pa matarle. Porque de que no saliera bien porque es una soberana gilipollez, ni hablamos.

 

Después de todo, nada de esto habría pasado si lo hubiera pensado mejor. Porque estoy segura de que su amada, por 165.000 €, le da su amor y hasta un riñón, que no están los tiempos para andarse con remilgos.

Moraleja: si timas a alguien, huye. Y no dejes rastro