Creo
que he conseguido el récord al sorteo más mierdoso del mundo. Que vengan los del
Guinness, que esto es pa verlo. Pinto, pinto, gorgorito, pim, pam, pum, fuera. El ramo de flores le ha tocado a R. Clay. No te emociones.
Y a continuación, voy a
hablaros del metro. No del metro en plan, centímetro, metro y kilómetro, sino
del metro como medio de transporte. Voy a hablaros muy poco porque yo soy más
de autobús.
En el metro viajan muchos
chinos y estudiantes. Y algún estudiante chino. Los billetes me parecen muy
caros. Que es el metro, oiga. La gente charla más en el
autobús que en el metro; yo creo que es porque se ve todo negro. Siempre me hago algún lío
con el metro en Valencia. En cambio, cuando fui a Barcelona, oye, ni que
hubiera nacido en los andenes. No sé por qué siempre me
siento en los asientos reservados para ancianos, embarazadas y escayolados. Cuando
digo siempre, quiero decir hoy. En el metro te puedes
encontrar desde una chica con un bolso de Bimba y Lola hasta un chino con una cicatriz
de un palmo a un lado del cuello. A la gente le gusta
dormirse en el metro. Yo una vez no me desperté hasta que vino un negro a decir
“C´est fini”.
Pues eso, que sefiní
Hay metros y metros. Y el metro en Valencia también pasa por la huerta, desde algunos tramos se ve el mar, no todo es underground. Y, cuando los asientos están enfrentados, miras de reojo al de enfrente, como quien no quiere la cosa, más que nada por aburrimiento, hasta que te descubre.
ResponderEliminarOstras, tú sí que te lo pasas bien
Eliminaryo hay según que paradas en las que no me bajo para que no me vean, y así mantener una cierta reputación
ResponderEliminarOtro que se ha olvidado de tomarse la pastilla...
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