Vistas de página en total

miércoles, 19 de diciembre de 2012

LOS REYES NO SON (SÓLO) LOS PADRES



Mi sobrino tiene 12 años, y yo ya sospechaba que hacía tiempo que sabía que los regalos que recibe cada 6 de enero no los traen precisamente Melchor, Gaspar y Baltasar. Pero este es el primer año que hemos empezado a hablar abiertamente del tema, y para mi, la verdad, ha sido un descanso. El caso es que aún no lo tenía todo muy claro, y creía que sus padres compraban todos los regalos que le traían los Reyes en todas las casas. De abuelos, tíos, primos, etc. Claro, la equívoca frasecita de “los Reyes son los padres”. Eso me llegó al alma, ya que llevo 12 años dejándome los dineros, el tiempo y los riñones en los reyes del chaval. Me parece que ya le ha quedado claro cómo funciona la cosa, pero estaré atenta por si se le ocurre alguna otra idea peregrina. Tengo que defender mi orgullo, comprendedlo.

Después de esta, digamos…simpática anécdota, lo que quiero reivindicar es que los Reyes Magos existen. Existen y nos hacen los regalos el 6 de enero.  Pero no se llaman Gaspar, ni Baltasar ni Melchor, sino que tienen los nombres de esos padres y madres, herman@s, ti@s hij@s, abuel@s, mujeres y maridos, novi@s, parejas y parejos, amig@s y demás parentela que se lo curran para encontrar un regalo que nos haga ilusión.

¿Acaso no es magia conseguir la Monster High que quiere tu hija y que está agotada desde hace meses? ¿O el videojuego descatalogado que se le ha antojado a tu sobrino? ¿O es que tampoco es magia adivinar lo que quiere tu hermana cuando ni ella misma sabe que lo quiere? ¿O esconder los regalos en los sitios más insospechados, evitando que nadie los encuentre, y hacerlos aparecer la noche de Reyes cual conejo de una chistera?


¿Y reyes? Somos los reyes de la calle, de tantas horas que pasamos pateándonosla en busca del regalo perfecto, los reyes del disimulo, cuando un peque no tan peque nos pregunta si de verdad los Reyes Magos existen, los reyes de la paciencia, aguantando cola tras cola para pagar y que nos envuelvan los regalos, los reyes de la perseverancia, cuando aún estamos buscando tiendas abiertas el 5 de enero a las 11 de la noche porque queremos algo más para esa persona especial, los reyes del sacrificio, porque aunque no nos sobre, o, incluso, nos falte, antes nos privamos de algo para nosotros a que nuestra pequeña se quede sin la muñeca que desea con todas las fuerzas con las que se desean las cosas a los siete años, los reyes de la generosidad, porque estando cansados o tristes, sacamos fuerzas de donde no las hay para que los que están a nuestro alrededor vivan una verdadera Navidad.


¿Qué no existen los Reyes Magos? Eso que se lo digan a otros. Nosotros somos Magos. Y somos Reyes

No hay comentarios:

Publicar un comentario