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lunes, 10 de junio de 2013

VAMOS A LA PLAYA, OH, OH, OH, OH



El sábado fui a la playa. La playa es algo, así…, democrático. Parecido al metro. En la playa tomas el sol un rato, observas otro rato, te bañas, observas, paseas, observas, te echas una siesta y vuelves a observar. Vamos, que en la playa, en un momento u otro, en mayor o menor medida, todos somos mirones. Y es que tomar el sol todo el rato con los ojos cerrados es aburrido. Y en la playa se suelen estar varias horas, y a algún lado habrá que mirar.

En fin, que el caso es que hay situaciones que nunca fallan cuando vas a la playa. Si tienes los ojos abiertos.

Por ejemplo, siempre hay un niño jugando a las palas con su padre. El niño suele tener unos seis años y no da una. La pelotita normalmente acaba a los pies de un paseante, en mi cabeza o mar adentro. El padre tiene más paciencia que un santo y una cara entre aburrido y resignado. Que se aguante; él lo ha querido.

Tampoco falla nunca la persona (suele ser un adulto) que llama tierra a la arena. Vamos a ver, ¿tú ves las playas llenas de limoneros? ¿Alguna vez has visto que recojan patatas en la playa? Pues eso.

Otro imprescindible son las señoras. Las señoras en general. Las hay bastante normales y luego están los dos extremos. Las que van despelotadas porque no quieren tener marca para su posible pero poco probable trabajo de stripper, y las que van con un baby de estos de andar por casa hasta los tobillos, la toalla por los hombros y un gorro. Estas últimas son las mismas señoras que se ponen la silla de playa en la orilla y se remojan los pies.

Y mil cosas más, pero las dejo para otro día, que hay mucho verano por delante, y, además, me voy a ver Un príncipe para Corina.


2 comentarios:

  1. También está ese al que el sol no le llega a la piel porque se lo impiden los tatuajes, las que pasean arriba y abajo por la orilla, en pareja o en grupito, y las ves pasar delante de tí una y otra vez; la familia completa en tres generaciones debajo de la sombrilla, el niño que berrea porque le han pisado el castillo, el que te tira arena cada vez que pasa junto a tu toalla....

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