Igual
que hacen en las cadenas de televisión, he pensado en tener mi propia…tachán… Semana
de los Oscar. Sí, ya sé que estamos a jueves y he llegado un poco tarde, y la
verdad es que tampoco tengo tanto de qué hablar sobre esto… Vale, dejémoslo en
El jueves de la semana de los Oscar.
Los
Oscar son un negocio, un paripé, una merienda de negros. Partiendo de esa base,
está claro que cualquier canuto con un enchufe y una buena campaña de márketing
puede ganarlo. Sí, seguro que muchos estamos pensando en ella. ¿Son mejores
actrices Penélope Cruz o Sandra Bullock que Glenn Close o Annette Bening, por
ejemplo? ¿O Roberto Benigni mejor que Di Caprio o Harrison Ford? Vale, ya sé
que todo hay que ponerlo en su contexto, que depende de con quién compita ese
año, y que un actor regulero puede hacer un único buen papel (de esto último no
estoy muy segura). Pero aún así. Hay veces que el Oscar se vende muy barato,
muchas veces es injusto, y, en general, está sobrevalorado.
Si
fuera verdad que el Oscar a la mejor película se lo lleva la mejor peli del
año, ¿qué hacen ahí El discurso del rey,
Chicago, o Shakespeare in love? Por hablar de algunas de las más recientes.
Pero si nos remontamos a la época dorada de Hollywood (si la llaman así es por
algo), vemos injusticias, sí, pero también una calidad y, por tanto, una
competencia, imposible de igualar hoy.
¿Por
qué Cantando bajo la lluvia, para mí
el mejor musical de todos los tiempos, no se llevó el Oscar a la mejor película?
Pues porque no estaba ni nominada. En 1953 las nominadas fueron Solo ante el peligro, Ivanhoe, El hombre tranquilo, Moulin Rouge y El mayor espectáculo del mundo, que fue la que ganó. Vosotros me
diréis. A ver cuál quitas para poner la de Gene Kelly (yo sé cuál quitaría,
pero no por eso deja de ser un peliculón).
O
en 1940. Cuando ganó Lo que el viento se
llevó compitiendo con El mago de Oz, La
diligencia, Caballero sin espada,
Adiós Mr. Chips y Amarga victoria, entre otras. La que nos
parezca peor de esta lista hoy se llevaría el Oscar de calle.
En
este enlace podéis comprobar lo mismo con directores, actrices y actores.
En
cuanto a buenos actores y actrices sin Oscar, la lista es interminable. Me
refiero a los que ya no pueden ganarlo, y los honoríficos no cuentan. Cary
Grant, Maureen O´Hara, Barbara Stanwyck, Joseph Cotten, Rosalind Russell, Jean
Simmons, Fred McMurray, Judy Garland, Deborah Kerr, Gene Kelly, Irene Dunne,
Kirk Douglas y tantos otros. Pero es que, por ejemplo, Deborah Kerr, en las
seis ocasiones en que estuvo nominada, tuvo que competir con Katharine Hepburn,
Susan Hayward, Olivia de Havilland, Loretta Young, Audrey Hepburn, Ingrid
Bergman, Elizabeth Taylor o Greer Garson. Y, claro, a la pobre no le dejaron
meter baza. Hoy en día, pues, oye, si tienes suerte, te nominan con dos
jovenzuelas de 20 años que tienen toda la vida por delante, con Marisa Tomei y
con una que ya tenga varios Oscar, y, si eres un poco mona, te vas a casa con
tu Oscar.
Grandes
pelis olvidadas por la
Academia también hay mogollón. Pero...esto..., se me han olvidado. Es igual, cada uno tendrá las suyas.
Y
a Qué bello es vivir se lo quitó Los mejores años de nuestra vida. ¡Mala! ¡eso no se hace!
La verdad es que cualquier película antigua de las que citas son peliculones, que seguimos viendo al cabo de los años. Pero el otro día, una concusante de la tele tenía que adivinar el nombre de una película antigua y probó con Grease y La Jungla de Cristal. Las comparaba con Crepúsculo, claro.
ResponderEliminarCrepúsculo es un peliculón. Lo que pasa es que los que tenemos más de 17 años no sabemos de cine, ni de amor, ni de nada
Eliminar