La
mayoría de películas que he visto en los últimos años (actuales, no clásicas)
pasan por mi sin pena ni gloria. Los comentarios tras verlas oscilan entre “no
vale nada”, “no está mal” y “bah, está bien”. Por eso, cuando termino de ver
una peli y pienso “me ha gustado”, oye, es como tener tres aciertos en la
primitiva. Que no hay manera.
Ayer
vi Intocable, una peli francesa que
estrenaron el año pasado. Sí, esa que cuenta la relación entre un ricachón
tetrapléjico y el negro que lo cuida. Así, a simple vista, puede no llamar
mucho la atención. ¿Francesa? Uf… ¿Y sin prota guapo y prota guapa? Es que yo,
si no hay romance, como que me falta algo. Pero no, aquí no hay nada de chico y
chica (bueno, casi nada), pero aún así me
gustó. Bastante. Tanto que la he guardado para volver a verla (sí, claro que la
he descargado en Internet). Vamos a ver, un peliculón tampoco es, pero
comparado con casi todo lo que se puede ver actualmente, es la octava
maravilla.
¿Por
qué me ha gustado? Porque no insulta a mi inteligencia. Porque los actores son
actores de verdad. Porque ellos tampoco insultan a mi inteligencia. Porque es muy
divertida. Porque es una historia sencilla y bien contada. Por la química entre
los protagonistas. Porque es emocionante. Por su banda sonora. Porque hizo que
varias veces me sorprendiera a mi misma con una sonrisa en la cara.
No
soy mucho de recomendar, pero, si vosotros sí lo sois, recomendad Intocable
Pues habrá que verla....salvo Los Miserables, que vi en el cine, no recuerdo ninguna película de las que últimamente he visto en la tele. Señal de que no dejan huella.
ResponderEliminarYo te la paso, currita
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