Vistas de página en total

miércoles, 9 de octubre de 2013

CUANDO VEINTE DUROS ERA UNA PASTA (2ª PARTE)



Me parecía un poco pronto para hacer una segunda parte, pero qué caray (caray, ¿eh?, qué bonita palabra), es mi blog y yo pongo las reglas. Si no habéis leído la primera, me decepcionáis. Pero como soy de natural bondadoso, os voy a dar otra oportunidad. Aquí, la oportunidad

Y ahora, unas fotos que demuestran que tengo más años de los que me gustaría:


La Nancy (no Nancy: la Nancy) y la Lesly. La Lesly era, y me imagino que aún lo será, porque las muñecas no se mueren aunque tengan tropecientos años, la hermana de la Nancy. Para mí que es hermana sólo de padre, y sacó lo peor de sus progenitores. Ninguna niña queríamos ser como la Lesly…, porque ya éramos la Lesly. O peor. En cambio, la Nancy era una mujer triunfadora con mil quinientas profesiones, un armario que ya lo querría la Lomana y un novio feo pero apuestillo. Y lo más triste es que, después de 30 años, sigo queriendo ser la Nancy.


El sillón podría tener foto propia, porque sí, tiene más años que la Nancy y su hermana juntas


Un diario tornasolado, típico regalo de Comunión. Tengo que confesar que no es mío, sino de mi hermana. Yo tuve la suerte de que no me lo regalaran. Como contrapartida, tampoco me regalaron nada con chicha. Joyeros, huchas, muñecas grandes vestidas de Comunión, muñecas pequeñas vestidas de Comunión con su velita en la mano, juegos de camisón y bata, libros, una pulsera, un rosario, un radio con forma de mariquita que nunca funcionó, un estuche con pluma y lápiz de minas… Vamos, la ilusión de cualquier niña. Ahora, eso sí, me regalaron algo por lo que yo suspiraba en esos tiempos……………………………… (intriga)………………………………………… (intriga)……………………………….. (más intriga)…………………………… ¡Un estuche de dos pisos! ¡Este!



Sí, lo que hoy en día cualquier niño no aceptaría ni como regalo de santo, era entonces para mí el no va más. Recuerdo perfectamente el momento en que lo abrí, con sus colorines, su regla, goma y sacapuntas, pero, sobre todo, con sus dos pisos y sus dos cremalleras. Y su niña del paraguas en relieve y todo. El estuche más chulo que he tenido y tendré.

Gracias, Dios mío (y padres), por haberme hecho una niña de los 80, y poder recordar tantas cosas molonas. Y porque, en un momento de apuro, podré sacar unos buenos duros en ebay


6 comentarios:

  1. El regalo estrella de mi Primera Comunión fue una cámara de fotos Kodak.¡Una niña de 8 años con su propia cámara de fotos! (Ahora las niñas de 8 años tienen Ipad). De las de darle a la rueda para pasar el carrete, y llevarlo a revelar.

    ResponderEliminar
  2. ¡Ese estuche de dos pisos, era lo más! Bueno, todo lo que pudiera duplicarse, era lo más. Las pinturas de madera, las ceras... Había nivel. Casa que tuviera algún artículo escolar "doble", merecía ya más respeto que cualquier otra.
    MUUUUUUUUUUUAK!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Bienvenida, Mujer D! Cómo me entiendes... Es que los dos pisos, ya sea en un estuche, una caja de galletas o unas literas, marcan la diferencia. Un beso

      Eliminar
  3. ¡Que bonita la Nancy!
    Yo también tengo el armario, con su ropa y todo.
    En fin, creo que esto delata nuestra edad, pero ser pequeña en los 80 estuvo muy bien.

    ResponderEliminar