Me
parecía un poco pronto para hacer una segunda parte, pero qué caray (caray,
¿eh?, qué bonita palabra), es mi blog y yo pongo las reglas. Si no habéis leído
la primera, me decepcionáis. Pero como soy de natural bondadoso, os voy a dar
otra oportunidad. Aquí, la oportunidad
Y
ahora, unas fotos que demuestran que tengo más años de los que me gustaría:
La Nancy (no Nancy: la Nancy) y la Lesly.
La Lesly era, y me imagino que aún lo será, porque las
muñecas no se mueren aunque tengan tropecientos años, la hermana de la Nancy. Para mí que es hermana
sólo de padre, y sacó lo peor de sus progenitores. Ninguna niña queríamos ser
como la Lesly…,
porque ya éramos la Lesly. O
peor. En cambio, la Nancy
era una mujer triunfadora con mil quinientas profesiones, un armario que ya lo
querría la Lomana
y un novio feo pero apuestillo. Y lo más triste es que, después de 30 años,
sigo queriendo ser la Nancy.
El
sillón podría tener foto propia, porque sí, tiene más años que la Nancy y su hermana juntas
Un
diario tornasolado, típico regalo de Comunión. Tengo que confesar que no es mío,
sino de mi hermana. Yo tuve la suerte de que no me lo regalaran. Como
contrapartida, tampoco me regalaron nada con chicha. Joyeros, huchas, muñecas
grandes vestidas de Comunión, muñecas pequeñas vestidas de Comunión con su
velita en la mano, juegos de camisón y bata, libros, una pulsera, un rosario,
un radio con forma de mariquita que nunca funcionó, un estuche con pluma y lápiz
de minas… Vamos, la ilusión de cualquier niña. Ahora, eso sí, me regalaron algo por lo que yo
suspiraba en esos tiempos……………………………… (intriga)…………………………………………
(intriga)……………………………….. (más intriga)…………………………… ¡Un estuche de dos pisos! ¡Este!
Sí, lo
que hoy en día cualquier niño no aceptaría ni como regalo de santo, era
entonces para mí el no va más. Recuerdo perfectamente el momento en que lo abrí,
con sus colorines, su regla, goma y sacapuntas, pero, sobre todo, con sus dos
pisos y sus dos cremalleras. Y su niña del paraguas en relieve y todo. El estuche
más chulo que he tenido y tendré.
Gracias, Dios mío (y padres), por haberme hecho una niña de los 80, y poder recordar tantas cosas molonas. Y porque, en un momento de apuro, podré sacar unos buenos duros en ebay
El regalo estrella de mi Primera Comunión fue una cámara de fotos Kodak.¡Una niña de 8 años con su propia cámara de fotos! (Ahora las niñas de 8 años tienen Ipad). De las de darle a la rueda para pasar el carrete, y llevarlo a revelar.
ResponderEliminar¿Y por qué yo no tuve cámara? Me pregunto
Eliminar¡Ese estuche de dos pisos, era lo más! Bueno, todo lo que pudiera duplicarse, era lo más. Las pinturas de madera, las ceras... Había nivel. Casa que tuviera algún artículo escolar "doble", merecía ya más respeto que cualquier otra.
ResponderEliminarMUUUUUUUUUUUAK!
¡Bienvenida, Mujer D! Cómo me entiendes... Es que los dos pisos, ya sea en un estuche, una caja de galletas o unas literas, marcan la diferencia. Un beso
Eliminar¡Que bonita la Nancy!
ResponderEliminarYo también tengo el armario, con su ropa y todo.
En fin, creo que esto delata nuestra edad, pero ser pequeña en los 80 estuvo muy bien.
Yo creo que fueron los mejores años para ser niño. Ea
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