Hoy
he estado en la feria de las bodas. El año pasado iba más motivada, y a todo el
que me preguntaba si me casaba, contestaba que sí para que me diera un obsequio.
Pero hoy, lo único que me daban por casarme era la brasa y un folleto, y no tenía
yo el chichi pa farolillos.
Pero
bueno, os traigo unas fotos, para que veáis qué se cuece en el mundo bodil
Estas
tartas me parecen una horterada y yo no me atrevería a hincarles el diente,
pero me sacan esto en una boda y a los novios les hago la ola mientras doy
palmas con las orejas.
Y, aquí, la joya de la corona. Ideal para una despedida de soltero
Para
llegar a la iglesia imaginaria (Michael Fassbender, espérame, que yo aún no
estoy preparada) estoy dudando entre la furgo de Scooby Doo
y la carroza de
Cenicienta
Aunque, si pudiera, preferiría llegar andando. Así, como quien no quiere
la cosa
A
donde sí llegué andando fue a Teyoland, “la Ikea valenciana”. Sin albóndigas, que es lo que más
me gusta a mí de Ikea. Esta es una tienda que al entrar dices “¿qué mierda es
esta?”, pero que a medida que vas avanzando la cosa mejora. Tampoco es que
mejore que lo flipas, pero tiene unos pufs muy cómodos y unas buenas escobillas
de váter. Con eso, hoy, me conformo
Si da grimilla morder esas tartas (no podría dejar de pensar en que me estoy metiendo 5.000 calorías y lo equivalente de colesterol), imagínate morder el vestido-tarta. Yo creo que a Michael le molaría más la furgo.
ResponderEliminarPues Michael calladito, que él no va a decidir nada
EliminarCreo que las ruedas de la carroza son para hipnotizar a los invitados.
ResponderEliminarPues sí. Eso, cuando dé vueltas, debe ser como el gato de Alicia
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