Envidio
a los que tienen pueblo. Con su torre de la iglesia, su convento, sus casas de
habitaciones infinitas y patios soleados, horno, carnicería y perros
callejeros. Con sus mediodías de calles vacías y su imprescindible ración de
cotilleos. Con sus paseos sin prisas salpicados de saludos por doquier. Donde
todo el mundo es alguien
Es bueno tenerlo para volver por vacaciones, un fin de semana, pero no me gustaría vivir en un pueblo. Y que conste que ya lo hice.
ResponderEliminarYo tampoco viviría. Sólo digo que me gustaría tener uno
Eliminarpues desde hoy mismo.. mi pueblo es tu pueblo! Cuando quieras!
ResponderEliminarUn placer :)
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